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Este verano, el sector turístico en Francia se enfrenta a desafíos sin precedentes que prometen hacer que la temporada estival sea más difícil que nunca.
El poder adquisitivo a media asta #
Este año, el sector turístico francés debe hacer frente a una caída poder adquisitivo vacacionistas. Según una encuesta reciente, el número de franceses que se van de vacaciones ha disminuido dos puntos con respecto a los dos veranos anteriores. Así, una proporción cada vez mayor de viajeros prefiere alojamiento fuera del mercado, con amigos o familiares, para reducir costes.
Como resultado, el gasto in situ en bares y tiendas de muchos establecimientos también ha disminuido. Como explica Maëlle Colin, directora de un centro de vacaciones en familia (VVF) en Loira Atlántico: “En general, en esta época del año, ya tengo semanas completas. Esto está lejos de ser el caso. Y allí la gente consume poco. El snack bar y la tienda no están tan bien como de costumbre. »
Un impacto meteorológico significativo #
Además de las limitaciones económicas, las inclemencias del tiempo se suman a los desafíos. En algunas regiones, como Loira Atlántico, los fuertes vientos y las bajas temperaturas han disuadido a los turistas de disfrutar de las playas y las tumbonas.
El clima juega un papel crucial en las actividades al aire libre y puede influir significativamente en el número de turistas. Las regiones del norte de Francia se ven especialmente afectadas por este factor, dada su dependencia de las condiciones climáticas estivales.
Marcadas disparidades regionales #
Los contrastes entre las diferentes regiones de Francia también son evidentes. Mientras que Provenza-Alpes-Costa Azul registró un aumento del 14% en las reservas de campings en comparación con 2023, Normandía experimentó una caída del 15%. Esta variación se debe principalmente a la afluencia de turistas extranjeros que eligen destinos soleados del sur, mientras que los nacionales son cada vez más escasos.
Asimismo, las tasas de ocupación hotelera están disminuyendo en toda Francia, excepto en la Costa Azul, según el observatorio Alliance France Tourisme. Bretaña y la costa atlántica están viendo caer su asistencia, al igual que los Alpes.
Tendencias emergentes #
El estudio realizado por la firma Protourisme revela varias tendencias significativas este año:
- Las vacaciones son “menos lejanas, menos costosas y más cortas”
- Una brecha creciente entre los habitantes de las ciudades, que se van más de vacaciones, y los que viven en zonas rurales
- Los empleados de grandes empresas y trabajadores de servicios públicos son más proclives a irse de vacaciones que el resto de trabajadores
Estas tendencias reflejan las opciones y prioridades presupuestarias de los vacacionistas que enfrentan diversas limitaciones y muestran hasta qué punto ciertos segmentos de la población se ven más afectados que otros.
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Perspectivas y adaptaciones #
Ante esta difícil situación, algunos actores del sector turístico están intentando adaptarse. En algunas regiones, los campings están empezando a ofrecer estancias en casas móviles de dos o tres días en lugar de la tradicional semana completa, con la esperanza de atraer clientes de último momento y compensar las pérdidas.
Los profesionales del turismo deben redoblar sus esfuerzos y creatividad para superar obstáculos complejos y ofrecer propuestas atractivas que atraigan a los clientes, a pesar de un contexto económico y meteorológico desfavorable.