El fascinante universo de los Hospicios de Beaune, cuna de las míticas subastas de vino, cautiva al mundo entero. Cada noviembre, una palpable efervescencia se apodera de Beaune durante las prestigiosas subastas. Los precios vertiginosos alcanzan cimas inigualadas, transformando este momento en un verdadero festival de elegancia y generosidad.
Los beneficios derivados de las subastas no solo alimentan la institución hospitalaria, sino también obras benéficas vitales. Las legendarias subastas de los Hospicios de Beaune, testigos del patrimonio borgoñón, representan mucho más que una simple venta. A través de ellas, un rico patrimonio se entrelaza con el compromiso social, creando un notable impulso de solidaridad.
Resumen |
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Los Hospicios de Beaune fueron fundados en 1443 por Nicolas Rolin y Guigone de Salins para ofrecer atención a los más desamparados. |
Cada tercer fin de semana de noviembre, es la cita ineludible con las míticas subastas de vino. |
La pieza de caridad, un gran vino excepcional, atrae a coleccionistas y amantes del vino de todo el mundo. |
En 2022, las ventas generaron una suma récord de 31 millones de euros, consolidando la reputación de los Hospicios. |
El hospital es una joya arquitectónica, reconocida por sus techos de tejas policromas características. |
Las tragedias y milagros de la historia de los Hospicios están inmortalizados en obras de arte, como el políptico del Juicio Final. |
El legado vitícola, con 60 hectáreas de viñedos, produce una amplia gama de cuvées clasificadas. |
La Ciudad de los climas y vinos de Borgoña acaba de abrir, ofreciendo una exploración de la historia vitícola borgoñona. |
Los Hospicios de Beaune: Una Historia de Excepción
Los Hospicios civiles de Beaune, fundados en 1443 por Nicolas Rolin y Guigone de Salins, representan una verdadera hazaña de humanidad. Originalmente destinados a socorrer a los desposeídos, estas instituciones también han sabido sublimar el viñedo borgoñón. Sus subastas, que se han vuelto míticas desde el siglo XIX, atraen a aficionados de todo el mundo. Los días de venta, la ciudad entera se viste de festividades.
Las Tres Gloriosas: Evento Ineludible
Cada tercer fin de semana de noviembre, las «Tres Gloriosas» están en pleno apogeo. Este evento reúne a miles de personas que vienen a asistir a la famosa venta de vino de Caridad bajo la emblemática hall. La sala, adornada con una arquitectura exuberante, vibra con una atmósfera febril, marcada por la expectativa de las subastas excepcionales. En la primera posición, la famosa pieza de caridad, verdadera estrella de las subastas, atrae todas las miradas.
La Venta de Caridad: Una Tradición Secular
Instituida en 1859 por Joseph Pétasse, la venta de caridad de los Hospicios ha ganado notoriedad a lo largo de los siglos. Esta tradición combina el arte de la vinificación con una noble causa, con beneficios diversificados para las estructuras hospitalarias. La pieza de los presidentes, frecuentemente adjudicada a sumas astronómicas, representa un fuerte símbolo de generosidad y de comunidad entre los apasionados del vino.»
Récords sin Fin
La 162.ª edición, transmitida a través del mundo, reveló cifras vertiginosas. Casi 31 millones de euros recaudados en siete horas de subastas intensas, un récord que hace latir el corazón de los coleccionistas. Las subastas a la vela para el Corton gran cru, adjudicado a 810 000 euros, ilustran la intensidad de esta competencia, midiendo pasión y compromiso. Cada euro contribuye a acciones filantrópicas y a la preservación del patrimonio.
El Hôtel-Dieu: Joya Arquitectónica
Este monumento emblemático, erigido a solicitud de Guigone de Salins, presenta una arquitectura única. Los techos policromos y la gran sala de los Pobres, inaugurada en 1452, son maravillas que revelan el esplendor de la época. La acogida de los enfermos en alcobas cubiertas de rojo es testimonio de un cuidado por la humanidad y el confort. La capilla adyacente, donde descansa Guigone, permanece como un santuario de memoria e historia.
Arte y Espiritualidad en el Corazón del Hôtel-Dieu
La gran sala, con sus vigas policromas y vitrales, encarna el arte de la época gótica. El lienzo «Cristo atado», obra del siglo XV, invita a los visitantes a la contemplación. Cada detalle arquitectónico cuenta una historia, eco del compromiso de los fundadores por el bienestar de los enfermos. La delicadeza de las esculturas y la riqueza de los decorados ilustran la pasión de los artesanos de entonces.
Una Farmacia con Secretos Antiguos
Las boticas de los Hospicios, que contienen antiguas cerámicas y remedios olvidados, fascinan a los curiosos. Las denominaciones excéntricas como «polvo de alacrán» son testimonio de las creencias de antaño. Las salas, adornadas con chimeneas góticas y autómatas refinados, ofrecen una visión sorprendente de los cuidados. El confort de los enfermos, cuidadosamente preparado, muestra la importancia de la alimentación para la curación.
Una Generosidad Ecológica
Los Hospicios también cultivan un enfoque respetuoso con el medio ambiente a través de su viñedo. Extendiendo 60 hectáreas, la propiedad evita el uso de pesticidas, buscando así unir salud y sostenibilidad. Las cuvées refinadas de pinot noir y chardonnay, clasificadas como premier cru, ilustran este enfoque ético. Las acciones llevadas a cabo se inscriben en una dimensión ecológica y social, un fuerte compromiso con la tierra y la humanidad.
La Ciudad de los Climas: Un Entorno Moderno
Recientemente, la ciudad ha aberto la Ciudad de los climas y vinos de Borgoña, una infraestructura innovadora. El edificio, evocando las tendrils de las vides, añade un toque moderno a este rico patrimonio. Con un tamaño de 3,000 metros cuadrados de know-how vitícola, esta estructura ofrece una panorámica completa sobre la historia de los vinos de Borgoña. Visitar este espacio es sumergirse en el cautivador y complejo universo de la viticultura borgoñona.