1. No necesitas llegar con horas de anticipación
¿Una de las principales ventajas de un vuelo privado? El ahorro de tiempo.
A diferencia de los vuelos comerciales, que a menudo requieren llegar al aeropuerto dos o tres horas antes, los pasajeros de jets privados generalmente solo necesitan presentarse entre 15 y 30 minutos antes de la salida. En muchos aeropuertos franceses con terminales privadas, como Le Bourget en París o Cannes-Mandelieu en la Costa Azul, los pasajeros pasan por controles de seguridad en pocos minutos y se dirigen directamente a su avión.
Lo que puede sorprenderte:
No hay largas filas ni zonas de espera, lo que puede parecer demasiado fácil la primera vez. Pero no llegues demasiado temprano. Los pilotos siempre aprecian la puntualidad, especialmente cuando se trata de coordinar los horarios de control del tráfico aéreo.
Consejo:
Pregunta a tu compañía de charters o a tu corredor a qué hora debes llegar. En algunos aeropuertos pequeños, la hora de llegada puede ser de solo 10 minutos. Mejor aún, muchos operadores ajustarán la hora de salida a tus necesidades. Esta es una de las diferencias más importantes entre la aviación comercial y la privada.
2. Puedes elegir tu aeropuerto y aterrizar más cerca de tu destino
Otra ventaja de la aviación privada es la elección de los aeropuertos de salida y llegada. En lugar de estar limitados a las grandes plataformas comerciales, los aviones privados pueden acceder a los mejores aeropuertos de Europa, muchos de los cuales ofrecen traslados terrestres mucho más cortos a la llegada.
Lo que puede sorprenderte:
Puedes encontrarte que tus vuelos no salen (o no llegan) desde los terminales principales a los que estás acostumbrado. Por ejemplo, en París, los vuelos privados generalmente salen de Le Bourget en lugar de Charles de Gaulle o Orly. En Ginebra, probablemente usarás la terminal VIP.
Consejo:
Indica a tu corredor tus direcciones exactas de salida y llegada. Así podrá recomendarte los aeropuertos más eficientes y hacerte ahorrar horas, lo cual es especialmente útil si te diriges a estaciones de esquí, regiones vinícolas o a la Costa Azul.
3. Los protocolos de seguridad siguen en vigor
Los jets privados ofrecen una experiencia más relajada, pero eso no significa que no haya controles de seguridad. Siempre deberás presentar una identificación y tu equipaje podrá ser escaneado o revisado, especialmente en aeropuertos grandes o destinos internacionales.
Lo que puede sorprenderte:
El proceso es mucho más discreto. No hay anuncios ruidosos, ni cintas transportadoras y a menudo, no hay multitudes. Dicho esto, si olvidas tu pasaporte en un vuelo internacional, permanecerás en tierra.
Consejo:
Lleva tu pasaporte (o tu documento de identidad nacional para vuelos Schengen). Verifica de antemano si tu operador requiere información sobre los pasajeros.
4. No hay bandejas en el techo, pero pueden aplicar restricciones sobre el equipaje
Es fácil pensar que en un jet privado puedes llevar equipaje ilimitado, pero esto depende completamente del tamaño de tu jet. Un pequeño Cessna Citation solo puede llevar una gran maleta por persona, mientras que un Boeing BBJ podría llevar muchas si te mudas.
Lo que puede sorprenderte:
Tu maleta puede no caber, o algunos objetos (como esquís o palos de golf) pueden requerir un avión más grande o disposiciones de almacenamiento específicas. Tampoco encontrarás compartimientos superiores, ya que la mayoría del equipaje se almacena en los compartimentos de la bodega o en la cabina.
Consejo:
Informa siempre al operador sobre tu equipaje con anticipación. Así podrá ofrecerte un jet adecuado a tus necesidades.
5. La tripulación de cabina puede no estar presente
En los vuelos comerciales, estás acostumbrado a un equipo de azafatas y asistentes de vuelo. En cambio, en los jets privados, puede que no tengas tripulación de cabina. Es especialmente común volar en jets pequeños con solo un piloto y un copiloto.
Lo que puede sorprenderte:
No hay demostración de seguridad, y tú mismo servirás los refrigerios o las bebidas. La presencia de una azafata es más común en aviones más grandes como el Challenger 350 o el Falcon 900, especialmente en vuelos de larga duración.
Consejo:
Si el servicio a bordo es esencial, házselo saber a tu operador al reservar. Muchas compañías pueden proporcionar una azafata por un costo adicional, o recomendarte un avión que la incluya.

6. Tú controlas (casi) todo
El vuelo privado te brinda más control, pero no te permite dominar las condiciones meteorológicas, las aduanas o las regulaciones fronterizas. Varios factores aún pueden influir o impactar tu vuelo. Por ejemplo, los vuelos pueden ser cancelados debido a niebla o tormentas, al igual que los vuelos comerciales.
Lo que puede sorprenderte:
Tu piloto u operador puede sugerirte salir antes para evitar problemas meteorológicos o un cambio de itinerario en vuelo. En este tipo de situaciones, te recomendamos confiar en tu piloto. Después de todo, él tiene toda la experiencia necesaria.
Consejo:
Mantente en contacto con tu operador el día de tu vuelo. La mayoría de ellos ofrecen actualizaciones en tiempo real por SMS, WhatsApp o por teléfono. La flexibilidad es esencial y una buena comunicación garantiza una experiencia sin contratiempos.

7. Pueden aplicarse costos ocultos
Cuando reservas un jet privado, el precio generalmente incluye el alquiler de la aeronave, la tripulación, el combustible y los gastos del aeropuerto. Pero pueden añadirse cargos adicionales, especialmente si tus planes cambian.
Lo que puede sorprenderte:
El tiempo de espera en tierra, los upgrades de última hora o el alojamiento de la tripulación por la noche pueden todos generar costos adicionales. Mantente informado sobre estos cargos y asegúrate de tener una comunicación abierta y honesta con tu proveedor.
Consejo:
Pide un presupuesto completamente transparente con todos los posibles adicionales. Muchos corredores ofrecen ahora vuelos chárter a precio fijo para evitar sorpresas. Y no olvides que los vuelos vacíos pueden ser una buena manera de ahorrar en los vuelos de ida.
Aceptar la diferencia
Para los viajeros franceses que se aventuran por primera vez en la aviación privada, saber qué esperar es clave para una experiencia agradable y sin estrés. Mantente abierto a las diferencias respecto a los vuelos comerciales, haz preguntas antes de tu vuelo y comunica tus necesidades. Cuanto más sepas, más disfrutarás de uno de los métodos de viaje más liberadores que existen.