EN RESUMEN
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Angèle Bastiani, presidenta de la agencia de turismo de Córcega, aborda la próxima temporada turística con optimismo y una estrategia clara basada en la moderación, la diversificación de la oferta y la distribución de la afluencia. Este nuevo impulso se apoya en cifras iniciales alentadoras en la temporada previa, una oferta reforzada y la voluntad de mantener un progreso sostenible, al ritmo de las evoluciones del mercado. Su análisis resalta los grandes ejes para el futuro del turismo en Córcega, mientras busca valorizar la isla en la escena nacional e internacional, teniendo en cuenta los desafíos del surturismo y la dinamización local.
La preparación de la temporada previa: hacia un aumento de interés
Según Angèle Bastiani, la temporada comienza con excelentes augurios y una temporada previa particularmente dinámica. La actividad turística ya muestra un aumento del número de pasajeros transportados y un refuerzo de la oferta. Esta tendencia se explica por un trabajo profundo en la promoción del territorio y la multiplicación de iniciativas destinadas a enriquecer los alojamientos y actividades disponibles. Para Córcega, este período primaveral es fundamental para atraer a una clientela deseosa de descubrir la isla fuera de las multitudes estivales, permitiendo una valorización suave del patrimonio. El creciente interés por destinos auténticos y menos saturados también favorece las repercusiones para los actores locales, a imagen de iniciativas similares a las mencionadas en otros territorios turísticos emergentes.
Previsiones para la alta temporada bajo el signo del progreso
Los indicadores de la alta temporada se presentan robustos con una afluencia turística que debería ser sostenida, incluso superior a la de 2024. Las cifras muestran un aumento esperado en las tasas de ocupación de los alojamientos y el número de noches realizadas. Esta dinámica se acompaña de esfuerzos para diversificar las clientelas y prolongar el período turístico, minimizando así los efectos del surturismo concentrado en algunas semanas. Este enfoque se alinea con una reflexión global sobre el desarrollo de un turismo sostenible, abordada también en la gestión del surturismo por parte de la élite del sector.
Una voluntad de distribuir la afluencia a lo largo de varios meses
La tendencia general, según Angèle Bastiani, apunta a distribuir la afluencia turística a lo largo de varios meses en lugar de concentrarla en el verano. Esta estrategia permite no solo ofrecer una atención de calidad a los visitantes, sino también preservar los recursos y paisajes corsos. La ampliación de la temporada es posible gracias a la creación de eventos, el desarrollo de nuevas infraestructuras, y la valorización de la identidad insular. Este posicionamiento forma parte de un enfoque más global que cuestiona y adapta los modelos económicos locales y el lugar del turismo en el desarrollo regional, en relación con las problemáticas abordadas por el impacto del turismo en los territorios.
Diversificación y resiliencia ante los desafíos del sector
Bajo la dirección de la ATC, la diversificación de las ofertas y la integración de nuevos miembros en las oficinas de turismo son centrales para fortalecer la resiliencia ante los desafíos actuales (economía, problemas medioambientales, variaciones de tarifas aduaneras). La implicación de las instituciones locales, en colaboración con los actores privados, permite ofrecer experiencias renovadas, adaptadas a las exigencias de las clientelas modernas, como subraya la iniciativa colaborativa mencionada en la llegada de nuevos miembros a las oficinas de turismo. Las cuestiones económicas, como el impacto de la volatilidad de las tarifas aduaneras en el turismo, siguen siendo desafíos importantes que requieren adaptación y vigilancia, como se menciona en la evolución de las tarifas aduaneras.
Desafíos y dinámicas futuras para el turismo en Córcega
La visión de Angèle Bastiani para la próxima temporada se enmarca, por lo tanto, en una dinámica de crecimiento razonado, innovación y valorización, con el fin de garantizar la atracción continua de Córcega mientras se preserva su autenticidad y sus equilibrios locales. El énfasis se pone en la calidad de la experiencia, el respeto del territorio y la solidaridad con los actores insulares, en una lógica de desarrollo armonioso y sostenible.