EN RESUMEN
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Cinco años después del cierre de las famosas gargantas de Kakuetta, el paisaje turístico de Soule se ha transformado profundamente. Este sitio excepcional, antaño vitrina de Haute-Soule, atraía hasta 100,000 visitantes al año y dinamizaba la economía local. Desde entonces, los profesionales del sector, comerciantes y autoridades han mostrado adaptabilidad para mantener la atractivo del territorio, apostando por una diversificación de las ofertas y una transición hacia un turismo más verde y auténtico. Este artículo explora las consecuencias de este cierre, las iniciativas tomadas por los actores locales y las perspectivas que se abren para el turismo en Soule.
Un panorama económico alterado
El anuncio del cierre de las gargantas de Kakuetta fue percibido como un shock en toda Soule, marcando un giro brusco en la afluencia turística de la región. Los bares, restaurantes y comercios del sector, que se beneficiaban enormemente de la llegada de visitantes en la temporada de verano, rápidamente notaron una reducción preocupante de actividad. Como señala un gerente de bar, “antes, un flujo continuo de personas subía a Kakuetta y hacía paradas en nuestros comercios. Ahora, se ha acabado”. A pesar de esta pérdida de tráfico, muchos han optado por adaptarse ante esta nueva realidad.
Una resiliencia y adaptación notables
Lejos de dejarse abatir, los profesionales del turismo y los comerciantes locales se han organizado para diversificar su oferta. Así, el municipio de Tardets está viendo reaparecer poco a poco una clientela turística, especialmente gracias al dinamismo recuperado alrededor de eventos locales y a la promoción de nuevos sitios de visita. Como precisa una comerciante de una tienda de recuerdos, Soule cuenta con otros atractivos, como el puente colgante de Holzarte o la famosa cueva de La Verna, que ahora atraen a numerosos visitantes. Estas alternativas permiten mantener cierto nivel de afluencia y fortalecer la imagen de un territorio rico en descubrimientos.
Evoluciones del turismo y nuevas clientelas
El cierre de las gargantas de Kakuetta también ha provocado un cambio en la tipología de los visitantes. Si la clientela internacional, especialmente española, se hace más escasa, nuevos turistas, amantes de la montaña y de la naturaleza, comienzan a llegar. Los profesionales señalan una transición hacia un turismo verde, como el propietario del camping Ibarra: el cierre de Kakuetta ha acelerado la transformación iniciada hacia una oferta centrada en actividades al aire libre y ecoturismo. Los alojamientos, como los gîtes de etapa adaptados para senderistas del GR10 o para familias que van a esquiar en Pierre-Saint-Martin, experimentan un éxito creciente sin ni siquiera recurrir a publicidad masiva.
El regreso de los locales: un nuevo aliento
La disminución del turismo de masas ha permitido a varios establecimientos recuperar la lealtad de su clientela local. En las posadas y restaurantes, los habitantes regresan para celebrar comidas familiares o bautizos. Esta evolución, aunque genera menos afluencia, ofrece un ambiente más sereno y un ritmo de trabajo menos exigente para los profesionales, que aprecian esta nueva dinámica. La lealtad de los clientes locales compensa en parte la caída del número de visitantes y permite a los establecimientos repensar su modelo económico.
Una atractividad que resiste
Incluso en ausencia de la “vitrina” Kakuetta, Soule continúa realizando esfuerzos para seguir siendo atractiva. La creación de nuevas propuestas turísticas, en colaboración con el consejo departamental y la aglomeración del País Vasco, así como la oferta de transporte gracias a la línea de autobús Txik Txak, vienen a complementar el abanico de actividades para incentivar el turismo de descubrimiento. Los sitios naturales circundantes, como Holzarte o La Verna, conocen ahora una mayor afluencia, prueba de que Haute-Soule “se las arregla”, según las palabras de la alcaldesa del municipio.
Una perspectiva de diversificación y renovación
A pesar de las dificultades y la incertidumbre sobre una eventual reapertura de Kakuetta, la perspectiva general es optimista. Los actores locales subrayan la importancia de continuar por la senda de la diversificación de las ofertas turísticas y de valorar el patrimonio natural y cultural del territorio. La transformación del modelo turístico en Soule se inscribe en una tendencia más general observada en otras regiones francesas, donde se pone el acento en la sostenibilidad, como evidencian diversos ejemplos de adaptación que pueden descubrirse sobre el impacto de los cambios económicos sobre el turismo, la gestión de las temporadas difíciles, o el desarrollo de pueblos poco visitados.
Hacia un turismo verde y sostenible
El cierre de Kakuetta ha servido finalmente como catalizador para acelerar la transición hacia un turismo más verde, centrado en la autenticidad, la naturaleza y el respeto por los equilibrios locales. Las estancias ahora se organizan en torno a experiencias múltiples y descubrimientos variados, obligando a los actores del sector a innovar más y a trabajar en solidaridad. Así, como relatan los profesionales de Sainte-Engrâce, es la capacidad de Soule para reinventarse y atraer nuevos perfiles de visitantes la que garantizará la continuidad de una actividad turística viva y respetuosa de su singular identidad.
A la espera de soluciones o alternativas a la reapertura de las gargantas, los actores de Soule permanecen movilizados, optimistas y confiados en el futuro. Para profundizar en la reinvención de los destinos turísticos y la gestión de este tipo de transiciones, artículos como el impacto de las transformaciones en los territorios o las semanas temáticas para reactivar la actividad turística ilustran perfectamente las posibilidades que ahora se abren para Haute-Soule.