¿Deseas vivir la magia de la Antigüedad sin ser empujado ni arruinado por los precios de las grandes capitales? ¡Dirígete a Túnez! Esta joya del norte de África te invita a viajar en el tiempo, en el corazón de sitios arqueológicos grandiosos. Anfiteatros, templos, mosaicos… Aquí, las maravillas rivalizan con Roma, pero en una atmósfera serena, lejos de las hordas de turistas. Descubre Dougga, El Jem, Sbeitla y el tesoro escondido del Bardo en Túnez: ¡aventuras espectaculares, de arena a dorados, sin la multitud!
Una tierra de historia preservada, rica en secretos
Los amantes de la arqueología ya están impacientes: Túnez es una caverna de Aladino donde los vestigios se extienden hasta donde alcanza la vista. Aquí, cada piedra cuenta mil y una historias, desde los tiempos de los fenicios hasta las grandezas de los romanos, sin olvidar el período bizantino. Gracias al aire seco y al clima desértico, muchos monumentos antiguos están en un estado de conservación asombroso. Esto es motivo para que los apasionados deseen ver, tocar y respirar un verdadero pasado… ¡lejos de las largas colas!
Dougga, la reina de las ciudades antiguas
A dos horas en coche de Túnez, una carretera serpenteante asciende hacia el remoto pueblo bereber de Takrouna. En la cima, Dougga despliega sus 75 hectáreas de ruinas majestuosas. Considerada por la UNESCO como una de las más bellas ciudades antiguas del mundo, Dougga promete una visita pacífica y exclusiva. Recorre el Foro, los baños, la gigantesca estructura del Capitolio y el anfiteatro de Carcalla coronado de columnas corintias. Aquí, incluso las colinas de olivos centenarios contribuyen a la atmósfera legendaria. ¡Olvídate de la habitual multitud de los sitios históricos! No es raro tener el campo libre para pasear y soñar. Para complementar esta travesía antigua, déjate inspirar por otros tesoros antiguos de Atenas y compáralos con la experiencia única de Dougga.
El Jem: el Coliseo del Mediterráneo sin la multitud
Dos horas al sureste de Túnez, el coloso de El Jem se alza orgullosamente en pleno centro de la ciudad. Este anfiteatro elíptico, clasificado por la UNESCO, albergaba antaño unos 35,000 espectadores para emocionantes combates de gladiadores. Rival directo del Coliseo de Roma, El Jem lo eclipsa sin embargo por su tranquilidad casi irreal y sus precios de entrada diminutos. Aquí no hay multitudes ni falsos centuriones: disfruta de acceso libre a las cámaras subterráneas y asciende hasta las gradas para dominar la medina. ¡Nada como un café expreso en la terraza, frente a estas piedras cargadas de historia! Para aquellos que buscan otras escapadas soleadas, echa un vistazo a este paquete todo incluido en Antalya para una experiencia igualmente deliciosa.
Sbeitla (Sufetula): entre templos y mosaicos
Cap al oeste, en la región de Sbeitla: los vestigios de Sufetula no tienen nada que envidiar a los foros romanos de Italia. Desde la entrada por el Arco Triunfal de la Tetrarquía, se comprende que esta ciudad, fundada en el 67 d.C., no terminará de sorprender. En solo 20 hectáreas ya excavadas, uno atraviesa spas, barrios residenciales, un teatro y, sobre todo, el espectacular Capitolio. Tres templos –dedicados a Júpiter, Juno y Minerva– se alzan orgullosamente, cada uno honrando a una deidad, algo único en el antiguo imperio. Los baños adornados con mosaicos deslumbran hasta rivalizar con los de Roma. Sbeitla también conserva el recuerdo de la cultura bizantina y los primeros cristianos, testimoniando la rica mezcla tunecina. ¿Por qué no aprovechar este día arqueológico para encontrar una idea de regalo romántico para amantes del viaje y compartir tu pasión en un San Valentín inolvidable?
El Museo del Bardo: los mosaicos en majestuosidad
Para los amantes de la Antigüedad que prefieren la sombra de los palacios, el Museo Nacional del Bardo te espera en Túnez. Este museo, ubicado en un suntuoso palacio otomano, alberga una de las más extensas colecciones de mosaicos romanos en el mundo. Cada sala es un viaje en la vida cotidiana, el arte y las creencias de la Túnez antigua. Estatuas, cerámicas, joyas, bustos de Afrodita: es difícil no quedar boquiabierto ante estas obras maestras meticulosamente restauradas y preservadas. A pesar de una página oscura de su historia reciente, el museo brilla y fascina, lejos de los tumultos. Aprovecha para descubrir también otros templos espectaculares alrededor del mundo, comenzando por los templos místicos de Mumbai!
Explorar, sin estrés, las maravillas olvidadas
Lo que impresiona en Túnez, más allá de la belleza y grandeza de sus sitios, es la posibilidad de vivir una verdadera aventura arqueológica sin interrupciones: sin vendedores ambulantes, sin colas interminables ni tarifas excesivas. El país despliega su alfombra de piedra y mosaico al visitante curioso y respetuoso. Ya sea que busques nuevos horizontes o seas un amante del turismo fuera de temporada, Túnez es perfecto para una escapada donde la autenticidad rima con tranquilidad. De hecho, la Grecia también se abre fuera de temporada a este tipo de descubrimiento sereno, prueba de que el Mediterráneo tiene aún mucho que ofrecer a quien sabe alejarse de los caminos trillados.