EN BREVE
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Bernard Le Royer, figura emblemática de Saint-Céneri-le-Gérei en Orne, acaba de ser honrado por el Departamento de Orne por su excepcional compromiso en la valorización del turismo local y con los veteranos. Desde su trayectoria profesional hasta su inversión asociativa, pasando por su papel en la dinamización del patrimonio local, el recorrido de Bernard Le Royer ilustra una pasión constante por el servicio a la comunidad y la preservación de memorias.
Un recorrido dedicado al servicio público y al municipio
Antiguo elegido comprometido, Bernard Le Royer ha dejado su huella en Saint-Céneri-le-Gérei, clasificado entre los Más Bonitos Pueblos de Francia. Jubilado del sector bancario, desde muy pronto orientó su energía hacia el desarrollo del turismo local, primero en Fresnay-sur-Sarthe, donde presidió la oficina de turismo, luego en la Federación regional de los Países del Loira y en las entidades nacionales especializadas en la promoción de pueblos notables.
Su inversión benefició a la asociación nacional de los Más Bonitos Pueblos de Francia, permitiendo al municipio ornense brillar en la escena turística, como lo demuestra la dinámica de territorios similares analizada en la evolución del turismo con impacto.
El artesano de un destino apreciado
Con una visión y habilidades sólidas, Bernard Le Royer ha dedicado gran parte de su vida a convertir a Saint-Céneri-le-Gérei en un destino imprescindible. Su pasión por la hospitalidad se plasmó en la creación de la Auberge de la Vallée, inaugurada en 1967. Este lugar se volvió rápidamente famoso en la región, combinando una acogida familiar y gastronomía local. Durante más de treinta años, ha llevado de la mano su empleo en el banco y la gestión de esta aclamada posada, símbolo de apego a la tradición y a la convivialidad.
Siempre preocupado por valorizar el patrimonio edificado, también transformó La maison à Joséphine, un edificio notable que hoy forma parte de las casas con encanto del pueblo. Esta voluntad de preservar y dinamizar la atractividad rural se inscribe en un enfoque valorado por iniciativas como las emprendidas para el turismo sostenible y la salvaguarda del patrimonio, abordadas en la biodiversidad en el corazón del turismo UNESCO.
Reconocimiento por parte del Departamento de Orne
Para subrayar la importancia de sus acciones y su ejemplar dedicación, el Departamento de Orne le otorgó la Medalla de Honor, instituida en 1991 para reconocer a los ciudadanos que trabajan al servicio de su territorio. Esta distinción reconoce su inversión por el bien común, a la imagen de las iniciativas locales únicas que moldean los territorios rurales y cuyo espíritu se compara con otros pueblos de carácter presentados en la experiencia de un pueblo provenzal fuera del turismo masivo.
Durante la entrega oficial de la medalla, el presidente del Consejo departamental, Christophe de Balorre, enfatizó el valor de tales compromisos, subrayando que Bernard Le Royer es un ejemplo de altruismo y de transmisión de los valores de Orne.
Compromiso con los veteranos
Movilizado en Argelia durante veintidós meses, Bernard Le Royer siempre ha mantenido un fuerte vínculo con el deber de memoria. Desde 2005, preside la Asociación de veteranos de La Ferrière-Bochard/Saint-Céneri-le-Gérei, involucrándose en las conmemoraciones y acciones de solidaridad, esenciales para mantener el vínculo social intergeneracional. Este papel de transmisor de memoria contribuye a perpetuar el recuerdo de los conflictos y a apoyar a las familias de los antiguos movilizados, una vocación que diversas asociaciones llevan a cabo en el territorio francés.
Un compromiso duradero y ejemplar por el territorio
Más allá de sus distinciones, es un recorrido hecho de fidelidad, innovación y apertura que Bernard Le Royer encarna. Ya sea para dinamizar la temporada turística, a la imagen de algunas regiones mencionadas en el lanzamiento de la temporada turística, o para trabajar por el reconocimiento de su pueblo, ha defendido sin cesar los intereses de su municipio y de sus administrados. Esta implicación duradera inspira a muchos actores locales deseosos de desarrollar el patrimonio y la vitalidad de sus territorios, a ejemplo de estrategias visibles en la visión del turismo en Córcega.