Lanzarote: los vacacionistas pelean por las tumbonas desde el amanecer en una escena a la vez patética y cómica

En las Islas Canarias, el amanecer se convierte en la señal de partida de una tradición que ya es ineludible para los turistas: la carrera por las tumbonas. En Lanzarote, cada mañana, los huéspedes del lujoso Barceló Lanzarote Active Resort compiten en ingenio – y resistencia – por obtener la tumbona ideal junto a la piscina turquesa. Entre escenas cómicas y batallas épicas, el ritual deja a uno soñador, divertido… o desilusionado!

Imagínate en la soleada isla de Lanzarote, listo para disfrutar de tus vacaciones en un hotel de alta gama, cuando de repente, al amanecer, se instala un ballet inesperado: turistas, en chanclas y bañador, se entregan a una verdadera competencia por adueñarse de la tumbona soñada alrededor de la piscina. Entre comedia humana y rivalidades amistosas, cada mañana se da lugar a un espectáculo sabroso que dice mucho sobre la vida en los resorts de las Islas Canarias. Sumérgete en las entrañas de esta extraña batalla donde el descanso rima con estrategia y rapidez.

Lanzarote frente al fenómeno de las tumbonas: la carrera matutina en la piscina

Piscinas turquesas, sol radiante, y promesa de descanso… En el papel, el Barceló Lanzarote Active Resort se presenta como el destino soñado. Pero detrás de esta postal ideal, un ritual se lleva a cabo cada mañana, muy lejos de un despertar pacífico: la frenética carrera por las tumbonas. Desde las 8 de la mañana, mientras algunos solo piensan en su desayuno, otros ya están en la parte baja, alineados, listos para saltar tan pronto como la piscina abra a las 9:30. ¿El objetivo? Colocar la valiosa toalla en el «lugar» perfecto, a menudo junto a la piscina, al acecho del más mínimo rayo de sol.

Este ballet, inmortalizado por una turista divertida y atónita, rápidamente hizo el recorrido por las redes sociales. En TikTok, la secuencia de espera – casi una coreografía entre la espera febril y un sprint hilarante – ha sido ampliamente compartida, desatando una lluvia de reacciones, a veces indignadas, a veces burlonas.

Entre competencia y absurdidad: cuando el descanso se convierte en un deporte

El espectáculo sorprende: turistas de pie al amanecer, escrutando los movimientos de otros, dispuestos a todo para conseguir la tumbona ideal. Sin embargo, ¡no faltan las sillas ni el espacio! Según algunos testimonios, el número de tumbonas disponible en el hotel podría ser más que suficiente para todos, pero algunos irreductibles insisten en conseguir la mejor exposición o la vista más “instagramable”.

« Es todo tan ridículo », suelta Isabelle, la turista que originó el video, medio divertida, medio desilusionada. Observa este espectáculo de toallas y chanclas durante dos días, preguntándose si realmente eso es el descanso tan anhelado. Los internautas no lo pueden creer: para algunos, la situación da risa; para otros, resume perfectamente los excesos de la vida en un resort. Uno comenta: « ¿Así son las vacaciones relajantes? », mientras que otro prefiere cambiar la espera por un paseo matinal, a su pesar.

La guerra de las toallas: una comedia moderna en el hotel

Frente a esta verdadera guerra de tumbonas, algunos establecimientos intentan reaccionar. Al igual que la cadena española Riu, el personal recuerda a los huéspedes que la reserva de tumbonas está prohibida, aunque a veces la aplicación de la norma es un verdadero dolor de cabeza. Entre la tentación de marcar su territorio y el deseo de apaciguar tensiones, el hotel a menudo se encuentra atrapado.

Pero nada logra cambiar la situación: tan pronto como se abre oficialmente, en cuestión de minutos, cada tumbona alrededor de la piscina está cubierta con toallas desplegadas a la velocidad del rayo. Los más rápidos saborean su victoria, mientras que los rezagados deben conformarse con la sombra o un rincón apartado. Un ritual a veces absurdo, que resuena en todos los lugares donde el sol y las piscinas son un buen negocio.

El baile de los turistas: entre humor y desapego

Para algunos viajeros, este fenómeno simplemente demuestra que el descanso no es un descanso… La espera paciente, levantarse al amanecer, y la estrategia ahora forman parte integral de la rutina matutina. Otros lo ven de otra manera: « Prefiero explorar la isla que estar 30 minutos como estático frente a la piscina », confiesa un habitual de las escapadas. Para los amantes del aire libre y las exploraciones, Lanzarote y sus vecinas afortunadamente ofrecen mil otras sorpresas: desde la evasión en Ibiza cuando la playa te tienta, hasta el encanto de Funchal y sus hoteles de ensueño, sin mencionar los más bellos establecimientos californianos para quienes desean variar los placeres.

Reservas, reglas y trucos: el arte de la siesta al sol reinventado

La gran pregunta persiste: ¿cómo evitar caer en la trampa de la reserva salvaje de tumbonas? Algunos hoteles innovan: retiran las toallas abandonadas, controlan horarios, sensibilizan a los clientes sobre compartir los espacios… Pero la naturaleza a menudo se impone. Porque al final, cada vacacionista espera regresar con algunos recuerdos dorados por el sol y un poco de anécdotas que contar.

Así que, mientras se espera que reine la paz alrededor de las piscinas, ¿por qué no optar por otras alternativas de ocio, como las playas animadas de Lecques o embarcarse en un crucero fluvial por el Rin? De cualquier forma, en Lanzarote, cada mañana se repite la escena: el descanso se convierte en una aventura llena de humor y las tumbonas, un Graal codiciado desde el amanecer!

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