EN BREVE
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Este verano, la región de Saint-Malo, la joya de Bretaña, se encuentra en el centro de apasionados debates sobre el futuro de su turismo. Si bien las playas y murallas atraen a miles de visitantes cada año, están surgiendo preocupaciones sobre los impactos climáticos y económicos que amenazan a este popular destino. Las caprichosas condiciones climáticas y los cambios en el mercado turístico sugieren una temporada incierta. ¿Cuáles serán las consecuencias para los actores locales y en qué medida la belleza de Saint-Malo podrá compensar estos desafíos? En este contexto convulso, surge la pregunta: ¿son estos el fin de los buenos días para el turismo en Saint-Malo este verano?
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Una temporada turística mixta #
La observación es clara: el verano de 2023 en Saint-Malo atraviesa dificultades notables. Después de dos meses de clima incierto, el sector de turismo sufre. Según la agencia “Destino Turístico Saint-Malo – Bahía del Mont-Saint-Michel”, la asistencia a las oficinas de turismo en junio y julio disminuyó un 14% en comparación con el año pasado. Esta disminución puede explicarse por varios factores, incluidos el clima y las preocupaciones económicas.
Factores que influyen en la asistencia #
En primer lugar, el clima impredecible parece haber disuadido a muchos viajeros. Rozenn Enel-Rehel, responsable de comunicación de Destino Saint-Malo, subraya que «el tiempo relativamente sombrío no animó a los viajeros a marcharse». Además, desafíos como la disminución poder adquisitivo y el contexto político, en particular las elecciones legislativas, también contribuyó a esta caída de asistencia.
A este panorama se suman otros elementos disruptivos. EL sabotaje en los rieles que afecta a la línea occidental ha ralentizado las llegadas de turistas, provocando una creciente ansiedad entre las agencias de viajes ante las solicitudes de organización de estancias.
Un futuro incierto para los establecimientos #
Ante este desafío, varios hoteles colocan carteles «cuartos disponibles» frente a sus puertas, lo que refleja una crisis en la tasa de ocupación. Por ejemplo, Michel y Chantal, hoteleros cercanos a la estación, revelan una caída de aproximadamente 50% de su tasa de ocupación en julio. Para hacer frente a esta situación, tuvieron que repensar su estrategia de marketing haciéndose más visibles en Google.
En el interior, los restauranteros también se ven afectados. Aurélie Bodin, responsable de alojamiento en dos grandes hoteles-restaurante, menciona que la falta de clientes en la terraza provoca una reducción de las comidas servidas. Pese a todo, algunos establecimientos consiguen mantener una tasa de ocupación del 80 a 90% gracias a sus grupos de turistas.
Perspectivas de mejora #
Aunque el balance actual es preocupante, las previsiones para el mes de agosto parecen ligeramente optimistas. “Destino Saint-Malo” estima un aumento de 3% asistencia respecto al año anterior. Además, una previsión de 8% El aumento de septiembre reaviva la esperanza entre los profesionales del sector.
- Bajada de asistencia en junio y julio: 14%
- Disminución del poder adquisitivo y clima desfavorable
- Aumento esperado en asistencia: 3% en agosto
- Previsiones alentadoras para septiembre: 8%
En conclusión, aunque los primeros meses de verano de 2023 en Saint-Malo estén marcados por desafíos evidentes, sigue habiendo esperanzas de una reanudación gradual de la actividad. turismo, largamente esperado por los actores locales. Los próximos meses serán decisivos para confirmar o desmentir esta tendencia.