POR COMPRIMIDO
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Cuando los días se acortan y las hojas de los árboles se visten de colores vivos, la Selva Negra se revela como un verdadero cuadro viviente. En las fronteras de Baden-Wurtemberg, esta región ofrece una mezcla fascinante de paisajes naturales impresionantes y testimonios históricos que lo sumergen en el pasado. Este artículo te invita a explorar cinco lugares emblemáticos, llenos de encanto e historias, que iluminan la belleza del otoño en la Selva Negra.
Castillo de Rastatt: Un refugio barroco #
Cerca de la frontera alsaciana, el castillo de Rastatt se impone majestuosamente con su fachada rosa típicamente barroca. Construido a principios del siglo XVIII bajo la dirección de Luis Guillermo de Baden-Baden, este edificio fue diseñado a imagen del famoso Palacio de Versalles. Al cruzar sus puertas, los visitantes descubren un mundo donde la historia cobra vida a través de una gran escalera monumental y salones ricamente decorados. Cada habitación es un homenaje al arte de vivir de la época y ofrece una fascinante visión del patrimonio cultural de la región.
Friburgo: Entre historia y naturaleza #
Friburgo, la capital de la Selva Negra, encarna por sí sola la unión perfecta entre urbanidad y naturaleza. Su mercado, vibrante de colores y sabores, anima la ciudad seis días a la semana, mientras que la catedral Münster, con sus 116 metros de altura, vigila sobre el casco antiguo. Las calles empedradas y las fachadas medievales invitan a pasear. Justo al lado, la colina del Schlossberg ofrece un refugio de paz natural, donde el panorama de las montañas circundantes recuerda que Friburgo es una ciudad en armonía con su entorno salvaje.
Las Gargantas de Ravenna: Una inmersión en la naturaleza #
Las Gargantas de Ravenna deleitan a los amantes del senderismo y a los enamorados de paisajes grandiosos. En el corazón del valle del Höllental, los visitantes toman un tren pequeño que los lleva a través de paisajes impresionantes. Los senderos, que serpentean a lo largo de ríos y cascadas, ofrecen una experiencia sensorial única. Al recorrer este camino, los cantos de los pájaros y el murmullo del agua crean una sinfonía natural, envolviendo a cada uno en la belleza de los colores otoñales que visten los árboles y los acantilados.
El lago de Titisee: Un cuadro montañés #
El pueblo de Titisee, ubicado alrededor del lago homónimo, es una postal por sí mismo. Formado hace 10,000 años por un glaciar, este lago invita a la contemplación y a la relajación. Sus aguas tranquilas reflejan las montañas circundantes, especialmente el Feldberg, el punto más alto de la Selva Negra. Las orillas de este lago están bordeadas de encantadoras casas de madera, añadiendo al paisaje un aire de tranquilidad y conexión con la naturaleza. A lo largo de las estaciones, y especialmente en otoño, la armonía entre el cielo azul y los colores cálidos de las hojas crea un entorno encantador para los visitantes.
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Black Forest Line: Una aventura suspendida #
La Black Forest Line, cerca de Todtnau, es una pasarela única que conecta dos partes de un valle pintoresco. Esta pasarela suspendida ofrece, al girar un camino, vistas impresionantes de la paleta colorida de los árboles en otoño. Al cruzar este puente, una sensación de ligereza te envuelve, como si flotaras sobre la copa de los árboles. Continuando el recorrido, los excursionistas descubren una serie de escaleras y otras pasarelas de madera que los conducen hasta la cascada más alta del estado, que culmina a 97 metros. Este sitio, protegido desde 1987, es una invitación a maravillarse ante la naturaleza preservada de la región.