EN RESUMEN
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En el corazón de la Provenza, se esconde un lugar secreto, encantador, que solo unos pocos afortunados han tenido la dicha de descubrir: La Montagnette. Un pequeño macizo calcáreo bañado de luz, donde la naturaleza se revela en toda su esplendor, entre valles ocultos y panoramas impresionantes. Este refugio de paz, a veces olvidado por el turismo frenético, te invita a sumergirte en un universo salvaje y mágico, donde cada paso te acerca un poco más al alivio y al asombro. Prepárate para una escapada inolvidable, al encuentro de tesoros ocultos y paisajes de asombrosa autenticidad.
En el cuadro encantador de la Provenza, se revela una joya desconocida: La Montagnette. Este macizo calcáreo, situado entre Arles y Avignon, es un verdadero santuario de naturaleza e historia. Emergente en el corazón de los Bouches-du-Rhône, nos invita a una escapada única, lejos de los caminos trillados, con sus senderos tranquilos y sus panoramas impresionantes. Déjate seducir por este tesoro escondido que rebosa maravillas por explorar.
Una naturaleza preservada en el corazón de la Provenza #
La Montagnette, cariñosamente llamada por los provenzales, es un ejemplo perfecto de la belleza natural de esta región. Extendiéndose sobre aproximadamente 4.000 hectáreas, está dominada por el pino de Alepo, que florece majestuosamente en este paisaje rico en vegetación. Al recorrer los suaves caminos que serpentean a través de esta “pequeña montaña”, descubrirás una flora emblemática, donde el tomillo, el romero y el hinojo componen un cuadro olfativo y visual inolvidable.
El senderismo es accesible para todos; los caminos florecen bajo tus pies, conduciendo a miradores cautivadores, como el monte de Raous, que culmina a 168 metros de altitud. Aquí, la naturaleza es reina y protege celosamente sus tesoros, haciendo de cada visita una experiencia memorable.
Las maravillas arquitectónicas alrededor de La Montagnette #
La abbaye Saint-Michel de Frigolet
Una de las joyas que no puedes perderte es sin duda la abbaye Saint-Michel de Frigolet. Este tesoro del siglo XII, anidado entre pinos y cipreses, ofrece una atmósfera espiritual impregnada de serenidad. Considerada un lugar de regeneración, esta abadía debe su nombre al tomillo que florece en las colinas circundantes. Está disfrutando de un cierto auge de popularidad gracias a su aparición en las célebres “Cartas de mi molino” de Alphonse Daudet, atrayendo así a amantes de la literatura y la historia.
La ciergerie des Prémontrés
Continúa tu viaje sensorial con la ciergerie des Prémontrés, fundada en 1858. Esta representa el último bastión de las tradiciones artesanales francesas, donde aún se fabrican candelas según técnicas ancestrales. Al pasear por este lugar único, tendrás la oportunidad de admirar el saber hacer que ha sido galardonado con la etiqueta “Empresa del Patrimonio Vivo”.
El Château de Tarascon
A pocos pasos del macizo se alza el Château de Tarascon, una fortaleza medieval de una belleza asombrosa. Bien conservada y fruto de una mezcla armoniosa de estilos gótico y Renacimiento, esta fortaleza te transporta en el tiempo. Déjate inspirar por el Centro de Arte René d’Anjou, que alberga obras de arte contemporáneo en diálogo con el histórico castillo, creando así un puente entre el pasado y el presente.
El Château de Panisse
No muy lejos se encuentra el Château de Panisse, un dominio oleícola que deleitará el paladar de los amantes del aceite de oliva. La fineza de sus aceites de oliva AOP ha seducido a grandes nombres de la literatura como Giono, Pagnol y Saint-Exupéry. Al explorar este dominio, tendrás la oportunidad de saborear productos de calidad, disponibles a lo largo de la generosa región de los Bouches-du-Rhône.
Boulbon, un pueblo medieval por explorar
Para una inmersión en la historia, el pueblo de Boulbon es un imprescindible. Este pueblo medieval, acurrucado en un pliegue del macizo, te invita a pasear por sus calles cargadas de historia, coronadas por puertas fortificadas y antiguas iglesias. La cima de la colina te recompensa con una vista impresionante del paisaje circundante y de los vestigios de su castillo feudal, restaurado con pasión por un propietario amante de este patrimonio intemporal.
Así, La Montagnette se manifiesta como un verdadero tesoro escondido en Provenza, un lugar propicio para la evasión y el descubrimiento. Ya seas amante de la naturaleza, de la historia, o simplemente en busca de tranquilidad, este destino te promete un viaje encantador en el corazón de una Provenza auténtica y preservada.