Las 10 maravillas naturales imprescindibles para descubrir en Marruecos

El Marrocos, tierra de contrastes y bellezas, está repleto de maravillas naturales que asombran a los visitantes en busca de aventura y escape. Desde las doradas dunas del Sahara hasta las impresionantes gargantas de las montañas del Atlas, cada cima y cada valle cuentan una historia moldeada por el tiempo y los elementos. Ya sea que seas un amante del senderismo, un apasionado de la fauna y la flora o simplemente estés en busca de experiencias inolvidables, aquí tienes un recorrido por los 10 sitios naturales que no te puedes perder durante tu viaje al corazón de este país fascinante.

Entre los tesoros ocultos de Marruecos, se encuentran maravillas naturales que se erigen como símbolos de la belleza y la diversidad de la tierra. Desde las doradas dunas del Sahara hasta las majestuosas cascadas, cada paisaje cuenta una historia fascinante. Este artículo te invita a explorar estos diez sitios naturales excepcionales, cada uno ofreciendo una experiencia única y memorable.

Las gargantas del Todgha #

¡A veces se les llama el gran cañón de Marruecos! A 180 kilómetros de Ouarzazate, las gargantas del Todgha, situadas entre la cordillera del Alto Atlas y el macizo del Jebel Sagho, se dejan descubrir a lo largo del río homónimo. Estas paredes de piedra caliza vertiginosas alcanzan a veces los 300 metros de altura, creando un decorado de ensueño. Es un verdadero paraíso para los escaladores pero también para los senderistas, gracias a sus caminos de mulas que ofrecen panoramas impresionantes sobre el valle de Tineghir y su palmera, una de las más bellas de Marruecos.

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La Duna Blanca en Dakhla #

La Duna Blanca, situada sobre las aguas turquesas de la laguna, es un espectáculo que no te debes perder en Dakhla. Accesible en marea baja, esta duna de arena inmaculada ofrece una vista fascinante del ballet de colores y formas de las aves y los cangrejos violinistas. Con sus diez metros de altura, se convierte en el punto de observación ideal para admirar las tonalidades infinitas del paisaje. Clasificado como Ramsar, este ecosistema vibrante de biodiversidad es un verdadero santuario para los amantes de la naturaleza.

Erg Chebbi #

Apenas un poco más lejos, el erg Chebbi revela sus majestuosas dunas, las más impresionantes de Marruecos. Con alturas de hasta 150 metros, estas dunas hipnóticas, con degradados de rosa y naranja, te sumergirán en un universo mágico. Accesible en coche, este desierto ofrece a los aventureros la posibilidad de disfrutar de estancias inolvidables bajo las estrellas, lejos de la agitación cotidiana.

Cascadas de Ouzoud #

A solo 150 km de Marrakech, las cascadas de Ouzoud caen con fuerza en un cañón verdeante. Alterando entre varios niveles, estas espectaculares caídas de agua miden 110 metros de altura. Aunque el lugar es popular, una visita matutina ofrece las mejores condiciones para admirar la belleza de las gotas de agua iluminándose bajo el sol. Un ecosistema vivo, y la presencia de macacos de Berbería añaden un toque exótico a esta escapada refrescante.

Playa de Legzira #

Situada a tres horas al sur de Agadir, la playa de Legzira es famosa por sus acantilados rojizos y su arena ocre. Aunque uno de sus arcos ha sido arrastrado por la erosión, la magia de este lugar permanece intacta. Ideal para un paseo junto al mar, este sitio fotogénico invita a la contemplación ante la fuerza de los elementos y la belleza de la naturaleza. Ten cuidado sin embargo durante los baños, las corrientes pueden ser fuertes.

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El puente de Dios #

En el realismo de la naturaleza, el puente de Dios se destaca por su impresionante arco, que se descubre a medida que se realizan caminatas en el parque natural de Talassemtane. Esta obra de la erosión es una invitación a explorar la biodiversidad circundante, con sus 300 especies de flora endémica, mientras se disfruta de la tranquilidad de los paisajes del Rif.

Cuevas de Hércules #

A unos quince kilómetros de Tánger, las cuevas de Hércules llevan el peso de la mitología. Situadas frente al océano, estas cavernas revelan una apertura en forma de mapa de África, una vista impresionante durante las horas doradas del atardecer. No te pierdas la oportunidad de explorar este lugar cargado de historia mientras disfrutas de la brisa marina.

Catedral de Mastfrane #

En el corazón del Alto Atlas, la catedral de Mastfrane se erige como una obra maestra natural. Con un desnivel positivo de 600 metros, la ascensión reserva sorpresas, tanto en términos de panoramas como en cuanto a biodiversidad ornitológica. Observadores de aves o simples amantes de la naturaleza, este lugar es un verdadero deleite.

Erg Chigaga #

Menos accesible pero igualmente cautivador que el erg Chebbi, el erg Chigaga es un macizo duna que se extiende a lo largo de 40 kilómetros. Accesible únicamente en 4×4 o a lomos de camello, promete una inmersión total en el desierto. La tranquilidad de sus dunas de arena que alcanzan a veces los 300 metros te ofrecerá una aventura inolvidable, alejada de los senderos trillados.

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La laguna de Naïla #

Incontables aves migratorias afluen cada año hacia la laguna de Naïla, convirtiendo este ecosistema en un espectáculo vivo de una riqueza increíble. En el corazón del parque nacional de Khnifiss, esta zona húmeda, clasificada como Ramsar, alberga una fauna variada que fascina a ornitólogos y amantes de la naturaleza. Los paisajes contrastantes de dunas y acantilados hacen de ello un descubrimiento espectacular.

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