En un rincón inesperado de Londres, en el corazón de Colindale, la experiencia culinaria ofrecida por el restaurante J M Oriental se revela como un verdadero tesoro. Dirigido por el chef estrellado Michelin, Andrew Hung, este restaurante fusiona sabrosos platos de la cocina cantonesa con un toque moderno y audaz. Envolvido en un ambiente lujoso y acogedor, J M Oriental promete una aventura gastronómica inolvidable que despierta los sentidos de los amantes de la buena comida. Exploremos juntos las diversas facetas de este intrigante destino culinario.
Una entrada acogedora #
Al entrar en el restaurante, la mirada es inmediatamente atraída por la refinada decoración del lugar. Las paredes negras adornadas con motivos de latón contrastan con el suelo de madera cálidamente envejecido. Esferas doradas de iluminación emiten una suave luz anaranjada que crea una atmósfera amigable, acentuada por artefactos chinos que salpican el espacio. J M Oriental no se contenta con ser un lugar de restauración, se transforma en un verdadero viaje cultural desde los primeros segundos.
Un chef visionario #
La magia comienza realmente cuando el chef Andrew Hung, originario de Hong Kong, se honra con su presencia. Apasionado y lleno de energía, explicará su visión de la cocina oriental, que se destaca por su deseo de aportar una nueva dimensión a lo que conocemos tradicionalmente en materia de cocina asiática. Lejos de los estereotipos, su objetivo es reinventar la comida asiática con platos que sorprenden no solo al paladar sino también a los ojos.
Sabores delicados
Los aventureros culinarios que se sientan a la mesa tendrán la suerte de degustar una variedad de platos que los dejarán sin palabras. La primera degustación comienza con cracker de camarón y un trío de dumplings que incluye sabores sutiles de vieira, cerdo y camarones, bellamente presentados. Cada bocado es una explosión de sabores, y la mezcla de ingredientes frescos asegura una experiencia gustativa fascinante.
Entradas impresionantes
A continuación, llegan entradas que rivalizan en originalidad: camarones reales crujientes acompañados de una mayonesa de naranja tailandesa y granada, rollos de primavera de pato y un kataifi de langostino con una salsa de mango. Cada una de estas creaciones está maravillosamente presentada, reflejando la atención al detalle del chef Hung y su equipo. El aspecto visual contribuye a hacer que esta experiencia gastronómica sea aún más memorable.
Platos principales sabrosos #
Los platos principales siguen cautivando a los comensales por su audacia y creatividad. Se podría encontrar un pato asado a la barbacoa con trufa acompañado de fideos picantes, o un filete de róbalo chileno al vapor, condimentado con salsa de soja, piñones y soja amarilla. Estos platos están diseñados para ser degustados lentamente, para apreciar cada matiz de sabores que se entrelazan delicadamente.
Un final dulce impresionante
¿Y qué decir de los postres? La variedad ofrecida es tanto inventiva como deliciosa: un helado de té de Hong Kong, un fondant caliente de chocolate con un corazón de matcha verde y un intrigante bao bun verde que esconde una lava de crema pastelera dorada. Cada postre es una obra maestra que culmina la comida con una nota dulce y satisfactoria.
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Un servicio impecable #
Además de la calidad de los platos, el servicio en J M Oriental es igualmente notable. El equipo atento y sonriente hace todo lo posible para que la experiencia sea amigable y agradable. La cálida bienvenida te hará sentir como en casa, mientras te miman para vivir un momento excepcional.
Disfrutar de una experiencia culinaria tan excepcional en un entorno tan refinado convierte al restaurante J M Oriental en un destino imprescindible para todos los amantes de la gastronomía asiática en Londres.