El alma de Autun se revela a través de cinco joyas del patrimonio cargadas de historia. Cada sitio despierta una fascinación indeleble que trasciende el tiempo. En el corazón de este legado, la catedral de Saint-Lazare se erige como un faro gótico, mientras protege las reliquias sagradas de Lázaro. La potencia del teatro romano, testigo de espectáculos grandiosos, revela la esplendor de la Antigüedad. La elegancia del templo de Jano, discreto pero emblemático, suscita curiosidad y asombro ante deidades olvidadas. Estos tesoros, incrustados en un entorno natural, invitan a un viaje cultural que cada visitante debe emprender. Sentir la importancia de estos monumentos históricos remite a la riqueza de nuestro pasado común. Déjese seducir por *la belleza intemporal* de Autun y sus alrededores.
Aspectos destacados
Catedral de Saint-Lazare: Una obra maestra gótica con reliquias únicas, vitrales deslumbrantes y diversos detalles arquitectónicos.
Teatro Romano: Monumento colosal de 2000 años, con una acústica sorprendente y una capacidad de 20 000 espectadores.
Templo de Jano: Resto gallorromano misterioso que prueba la importancia religiosa de Autun, ubicado cerca del centro de la ciudad.
Puerta de Saint-André: Entrada majestuosa de las murallas, símbolo de la grandeza de la ciudad en la Edad Media.
Bibracte: Sitio arqueológico de la ciudad gala, que ofrece una visión cautivadora de la vida de los galos y de la época prerromana.
La catedral de Saint-Lazare #
El edificio, recién renovado tras treinta años de trabajos, capta inmediatamente la atención de los visitantes. Erigida entre 1120 y 1130, su historia comienza como iglesia de peregrinación, antes de convertirse en una catedral admirada. La catedral alberga las reliquias de Lázaro, visibles una sola vez al año, añadiendo una dimensión sagrada a su reputación.
En el exterior, el estilo gótico se revela en toda su majestad, mientras que una rápida mirada al interior revela un precioso núcleo románico. Los vitrales contemporáneos de Jean-Michel Alberola aportan una luz fascinante, transformándose según el ángulo de vista. Una visita a esta catedral es imprescindible entre 10 a.m. y 5 p.m., excepto durante los oficios religiosos.
El teatro romano #
Construido alrededor del año 70 d.C., este antiguo teatro, aunque parcialmente destruido, impresiona por la rigidez arquitectónica de sus 148 metros de diámetro. En la época, una majestuosa muralla dominaba el teatro, aumentando su aura. Las actuaciones antiguas aún resuenan en sus muros, ofreciendo a los visitantes una experiencia acústica fascinante. Un simple juego vocal permite que un orador en el escenario sea escuchado distintivamente por un espectador en la parte superior de las gradas.
El sitio permanece de acceso libre, cautivando desde el primer vistazo. Las visitas guiadas, ofrecidas de junio a septiembre, sumergen a los curiosos en la apasionante historia de este edificio. A reservar con la oficina de turismo, estas visitas cuestan alrededor de 6 euros por persona.
El templo de Jano #
En el corazón del barrio de Genetoye, se eleva el templo de Jano, un vestigio fascinante de la época gallorromana. El redescubrimiento de los misterios que rodean esta cella cuadrada ha sabido fascinar a arqueólogos y amantes de la historia. Este monumento, testigo de un pasado vibrante, evoca la asombrosa devoción de los antiguos habitantes hacia las divinidades antiguas, aún desconocidas hasta el día de hoy.
Situado cerca de calles animadas, el templo ofrece un contraste asombroso con la tranquilidad ambiente. Las visitas guiadas están disponibles entre junio y septiembre, y también costarán 6 euros por persona, a reservar con la oficina de turismo.
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La puerta de Saint-André #
La puerta de Saint-André constituye una de las cuatro puertas históricas de Autun, un eslabón esencial de sus murallas. Nombrada en honor a un santo protector, esta puerta espectacular ilustra el saber hacer arquitectónico de la época. Sirviendo tanto como punto de entrada como monumento impresionante, ha atravesado los siglos, conservando intacta su esplendor.
Esta puerta no se visita, pero el paseo Albert Montremot, que la conecta con el templo de Jano, ofrece un marco pintoresco. Los restos de la época romana recuerdan a los visitantes la grandeza de esta antigua ciudad. Accesible en total libertad, atrae a los apasionados del patrimonio histórico.
Bibracte, la ciudad gala #
En la cima del monte Beuvray, los restos de Bibracte revelan una ciudad gala floreciente. Este antiguo centro fortificado albergaba a miles de habitantes, destacando por sus actividades comerciales y culturales. El museo, testigo del estilo de vida de los galos, invita a los visitantes a sumergirse en un pasado fascinante, respaldado por exposiciones interactivas audaces.
El sitio arqueológico, abierto permanentemente con paneles explicativos, merece una exploración profunda. Una visita completa requiere aproximadamente medio día para admirar la belleza de la naturaleza circundante. La modestia de la tarifa de entrada al museo, 10 euros, y la gratuidad para los menores de 12 años, hacen que esta experiencia sea accesible para todos.