LA ERA DE LOS TANG, verdadero joya de la historia china, florece en medio de una prosperidad artística y cultural sin precedentes. El Museo Guimet, al abrir las puertas de una fascinante exposición, nos sumerge en el universo refinado y cosmopolita de esta emblemática dinastía. A través de más de 200 obras de una riqueza inaudita, se nos invita a redescubrir la capital Chang’an, cruce de civilizaciones y hogar de creatividad, donde se entrelazaban comerciantes, artistas e intelectuales. Este viaje al corazón de la Era de los Tang es una oportunidad única para aprehender el legado cultural que continúa influyendo en la China de hoy.
En el corazón de París, el Museo Nacional de Artes Asiáticas – Guimet se destaca al presentar una exposición notable dedicada a la fascinante dinastía Tang. Este período, de una riqueza cultural inaudita, se extiende desde 618 hasta 907 y refleja una era de prosperidad, intercambios y creatividad sin par. Gracias a una impresionante colección de más de 200 obras de arte provenientes de más de treinta instituciones, esta exposición permite explorar los tesoros casi olvidados de esta época vibrante, transformando el museo en un puente hacia un pasado flamboyante.
Una dinastía emblemática #
La dinastía Tang, fundada en 618, es a menudo considerada como la edad dorada de la cultura china. Después de siglos de división, logró restaurar la paz y la unidad, lanzando una era de prosperidad económica sin precedentes. La reorganización del Estado y la expansión de su territorio hacia Asia Central ofrecieron a la dinastía un vasto marco para intercambios enriquecedores, tanto materiales como intelectuales.
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Este florilegio artístico incluye dominios como la pintura, la sopa de las artes, la música y la poesía, todos tomando un auge excepcional. Los Tang así establecieron las bases de una cultura que influenciará a China durante los siglos siguientes, incluso después de su caída. Esta exposición permite redescubrir estos fundamentos a través de obras conmovedoras y significativas.
La riqueza de la exposición #
Organizada en colaboración con Art Exhibitions China, la exposición en el museo Guimet reúne 207 conjuntos de obras, testimoniando la multiculturalidad y el refinamiento de la sociedad Tang. Los visitantes son invitados a recorrer un camino inmersivo a través de Chang’an, la capital vibrante de la época, reconocida como una de las grandes metrópolis del mundo. En el corazón de esta ciudad bulliciosa se erguía un palacio imperial tres veces más vasto que la Ciudad Prohibida de los Ming, ofreciendo un telón de fondo majestuoso a los intercambios culturales.
Un viaje sensorial a través del arte #
Cada pieza expuesta danza ante los ojos de aquellos que se toman el tiempo de admirarla. Los tesoros de orfebrería, fascinantes pinturas murales, así como rollos de caligrafía evocan un rico patrimonio que refleja los contactos vividos con otras civilizaciones a través de intercambios y migraciones. Las obras testifican las interacciones entre China, el Oriente, Asia Central e incluso lejanas costas africanas, revelando así el alcance mundial de esta dinastía.
Entre las joyas expuestas, algunas piezas, en particular los tesoros de orfebrería Tang nunca antes mostrados al público francés, iluminan el recorrido con su fulgor histórico y artístico. Entre relatos poéticos y creaciones pictóricas, estas obras inspiran una profunda meditación sobre la belleza y el legado de la cultura Tang.
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Una invitación al descubrimiento #
Esta exposición constituye más que una simple retrospectiva. Ofrece una inmersión única en una época donde el arte y la cultura estaban en el corazón de cada interacción social. El museo Guimet se convierte en un verdadero cruce de caminos donde se entrelazan historias pasadas e inspiraciones contemporáneas, creando un espacio que resuena con el alma de los visitantes.
Con esta exposición, los visitantes son invitados no solo a observar, sino a sentir la creatividad desenfrenada de la dinastía Tang, a vibrar al ritmo de las emociones que cada interacción artística evoca. El viaje a través del tiempo promete ser tanto enriquecedor como cautivador, un lugar donde la historia revive y donde el pasado continúa inspirando la creación presente.