Crítica del restaurante The Broadcaster, situado en White City, Londres

Ubicado en el corazón de White City, junto al famoso Television Centre de la BBC, The Broadcaster es un restaurante que cautiva tanto por su ambiente cálido como por su cocina británica reinterpretada. Este artículo explora las diversas facetas de esta joya culinaria, destacando su atmósfera única, la calidad de sus platos y la experiencia global de una visita.

Un ambiente acogedor y amistoso

Desde su llegada, The Broadcaster lo envuelve en un ambiente amistoso. Las sonrisas de los empleados y la decoración moderna crean una atmósfera cálida propicia para la relajación. El restaurante se extiende por tres niveles, ofreciendo vistas impresionantes gracias a sus grandes ventanas y su terraza en la azotea, ideal para disfrutar de las noches escuchando el murmullo de las conversaciones mientras el sol se pone sobre la ciudad.

Un menú apetitoso

El menú de The Broadcaster es un verdadero viaje culinario. Comenzando con una selección de platos británicos modernos, desde fish and chips hasta hamburguesas, cada plato se prepara con cuidado y atención. Un aspecto que merece ser mencionado es su mítico Sunday roast, tan esperado por los habituales. La combinación de sabores y texturas es un verdadero deleite para el paladar.

Entradas exitosas

Durante nuestra visita, nos dieron la bienvenida con un bol de sourdough recién horneado, acompañado de mantequilla batida y sal marina. Un deleite para disfrutar mientras nos dejábamos tentar por las entradas. La trucha, delicadamente marinada en ginebra, estaba realzada por rodajas de pomelo y pepino en escabeche, mientras que la burrata servida con chantarelas y trufas de Wiltshire robó el protagonismo. Estas opciones son ejemplos perfectos de la creatividad culinaria que reina aquí.

El plato principal que causa sensación

La estrella indiscutible del menú es sin duda el Chateaubriand para compartir. Con sus generosos 650g de carne de res madura servida en rodajas rosadas, esta pieza de carne se acompaña de riñones de Yorkshire, verduras y duck fat roast potatoes que hacen estallar los sabores en la boca. Aunque dos personas pueden tener dificultades para acabarlo, cada bocado es un verdadero homenaje a la destreza del chef.

Un acompañamiento a elegir

Para perfeccionar nuestro plato principal, optamos por espinacas cremosas con cheddar ahumado, sutilmente acompañadas de migas de pan de centeno, así como por un brócoli tierno, realzado por almendras tostadas y un toque de picante. Estos acompañamientos, sabiamente preparados, resaltan la atención prestada a cada detalle en la elaboración de los platos.

Un toque dulce para finalizar la comida

Para cerrar esta comida memorable, no pudimos resistirnos a la tentación de los postres. La crema de vainilla con su chocolate fallido y el pudín de higos y caramelo eran a la vez indulgentes y satisfactorios, aportando una dulce conclusión a esta experiencia culinaria refinada. La elección de postres en The Broadcaster está a la altura del resto del menú, demostrando una voluntad de ofrecer una comida completa y equilibrada.

Una carta de bebidas variada

Por último, The Broadcaster no deja a sus clientes con la sed, con una carta de bebidas ecléctica que incluye cócteles artesanales, cervezas y una selección de vinos para acompañar cada plato a la perfección. Sin embargo, la convivialidad y el buen humor ambiental son suficientes para crear una atmósfera muy agradable para disfrutar de un buen momento entre amigos o en familia.

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