EN RESUMEN
|
En un giro sorprendente de la historia turística, Japón está experimentando una afluencia sin precedentes de visitantes, atraídos por la actual debilidad del yen y unos precios que se vuelven más accesibles. En 2024, el país registró cerca de 36,8 millones de turistas extranjeros, superando incluso los récords anteriores. Sin embargo, esta popularidad no está exenta de consecuencias. Las autoridades, conscientes de los desafíos relacionados con la sobrecapacidad de lugares emblemáticos, comienzan a considerar aumentos significativos en las tasas de alojamiento, especialmente en ciudades turísticas populares como Kyoto. Esta situación plantea preguntas cruciales sobre el futuro del turismo en Japón y las implicaciones fiscales que conlleva.
À lire Descubre el río más pequeño de Francia en el corazón de una de las joyas de Normandía
Japón está viviendo un aflujo sin precedentes de turistas, atraídos por tarifas ahora accesibles y una experiencia cultural única. A medida que el país se recupera de las restricciones impuestas por la pandemia, está experimentando un resurgimiento de interés sin igual, con una asistencia que ha superado ampliamente las expectativas. Pero esta buena noticia para el sector turístico oculta desafíos por venir, incluidas las tasas en aumento que podrían alterar los hábitos de los visitantes.
Una oportunidad seductora para los viajeros #
Hubo un tiempo en que Japón era sinónimo de vacaciones inaccesibles para muchos europeos. Sin embargo, 2024 ha marcado un punto de inflexión, transformando al país en un destino donde la relación calidad-precio comienza a hacerse notar. Con la depreciación del yen frente al euro, los visitantes europeos descubren que sus ahorros se extienden mucho más que antes. Los restaurantes emblemáticos sirven platos sabrosos a precios imbatibles, permitiendo disfrutar de un tazón de ramen completo por menos de 10 €. Los transportes, tradicionalmente costosos, también se han vuelto más accesibles, haciendo que los desplazamientos por todo el país no solo sean fáciles, sino también asequibles.
Números en aumento #
Las cifras hablan por sí mismas: en 2024, Japón registró la visita de 36,8 millones de turistas extranjeros, un salto espectacular en comparación con años anteriores. Para poner esto en perspectiva, esto representa casi 5 millones de visitantes más que en 2019, el año anterior a la pandemia. Mientras que el crecimiento turístico parece prometedor, este aumento masivo también conlleva su conjunto de desafíos.
La otra cara de la moneda: la sobrecapacidad #
Si el número récord de turistas presenta ventajas económicas, también conlleva consecuencias ambientales y sociales. Lugares emblemáticos como Kyoto y el Monte Fuji ven sus infraestructuras sometidas a grandes presiones, provocando molestias para los residentes y experiencias menos placenteras para los visitantes. Las autoridades locales deben actuar rápidamente para gestionar esta sobrecapacidad y preservar la calidad de vida en estas regiones populares.
Anticipación de tasas de alojamiento #
Con el fin de enfrentar estos crecientes desafíos, ya se están tomando medidas. El municipio de Kyoto, ante el incesante aflujo de visitantes, ha tomado una decisión audaz: multiplicar por diez la tasa de alojamiento para los establecimientos más lujosos de aquí a 2026. La nueva tarificación, que podría alcanzar los 60 € por noche, tiene como objetivo apoyar un turismo sostenible y mejorar la calidad de los servicios tanto para los ciudadanos como para los turistas.
Una transición delicada hacia un turismo sostenible #
A medida que estas nuevas medidas fiscales se perfilan en el horizonte, las autoridades japonesas esperan que esta imposición elevada ayude a equilibrar la afluencia de turistas y garantizar un nivel de satisfacción para todos. Sin embargo, algunos actores del sector parecen escépticos, planteando preguntas sobre la eficacia de tal enfoque. Queda por ver cómo se traducirá esta política en la realidad, pero una cosa es cierta: Japón se encuentra en un punto decisivo en la gestión de su increíble popularidad turística.