Dos jóvenes aventureras del Oeste recorren 32,000 km en tren para una escapada sin avión

EN RESUMEN

  • Justine Bernier y Charlène Brossard, dos jóvenes de 27 y 28 años
  • Viajan sin avión desde hace ocho meses
  • Desafío: caminar hasta China
  • Distancias recorridas: 32 000 km en tren
  • Un compromiso con los desafíos ambientales
  • Salida el 7 de septiembre de 2024

Justine Bernier y Charlène Brossard, dos jóvenes dinámicas de Occidente de Francia, se han embarcado en un desafío increíble: recorrer 32 000 km en tren a través de varios continentes. Impulsadas por un deseo común de aventura y un profundo respeto por el medio ambiente, han elegido viajar sin usar aviones, demostrando así que es posible explorar el mundo mientras se minimiza la huella de carbono.

À lire los Estados Unidos emiten una advertencia de viaje para Pakistán tras un ataque con drones en India

Un encuentro que lo cambiará todo #

Estas dos amigas, originarias de Redon, se conocieron hace varios años y rápidamente compartieron el mismo sueño de aventura. Unidas por una pasión común por la naturaleza y la conservación del medio ambiente, decidieron llevar a cabo un proyecto que las acercara a sus valores. Este proyecto tomó forma cuando acordaron emprender un viaje sin utilizar avión, un medio de transporte que consideran poco respetuoso con el medio ambiente.

Un desafío ambicioso #

Su trayecto comenzó el 7 de septiembre de 2024 y les permitió explorar paisajes variados, descubrir culturas diferentes, mientras revelaban los desafíos y alegrías de viajar en tren. Las dos aventureras han recorrido Europa, cruzado países fuera de los caminos trillados, y han disfrutado la belleza de los trayectos en tren, a menudo más enriquecedores que los destinos mismos.

El camino hacia lo desconocido #

A lo largo de su viaje, Justine y Charlène han compartido sus experiencias únicas. Su aventura ha estado marcada por encuentros inesperados con locales, noches pasadas en trenes cama, y momentos de contemplación frente a panoramas impresionantes. Los paisajes que desfilaban ante sus ojos les ofrecían un espectáculo vivo, lejos de las paredes de los aviones. Cada etapa de su viaje estaba cuidadosamente planeada, pero también dejaban espacio para lo inesperado, un componente esencial del espíritu aventurero.

Una iniciativa inspiradora #

La elección de recorrer el mundo sin avión resuena con cada vez más voces que llaman a reducir nuestro impacto en el planeta. Justine y Charlène desean mostrar que la pasión por la aventura puede coexistir con decisiones ecológicas. Su enfoque es no solo un testimonio de su amor por la naturaleza, sino también una forma de incentivar a otras personas a considerar viajes alternativos.

À lire Cuando la SNCF se enfrenta a las risas de sus competidores: un vistazo a los rivales y sus destinos

Un viaje que apenas comienza #

Mientras su aventura no llega a su fin, las dos jóvenes continúan inspirando a otros a embarcarse en escapadas similares. Su determinación por descubrir el mundo mientras respetan el medio ambiente podría abrir nuevas avenidas en el ámbito del viaje ético y sostenible. A través de sus relatos, esperan motivar a jóvenes aventureros a optar por alternativas al transporte aéreo.

Partagez votre avis