En el vibrante corazón de Lisboa, el restaurante JNcQUOI Frou Frou no se limita a ser un lugar donde se come; es una verdadera experiencia sensorial que sumerge a los visitantes en un universo deslumbrante. Con una decoración inspirada en los boudoirs de la década de 1920 en Shanghái y una cocina cantonesa imaginativa y refinada, este establecimiento se distingue por su ambiente y su creatividad. Sumergámonos juntos en esta aventura culinaria y artística.
Una entrada llena de promesas
El descubrimiento de JNcQUOI Frou Frou comienza con una escalera elegante que nos transporta directamente a la Avenida da Liberdade. En la entrada, una cálida sonrisa asegura a los comensales que son esperados con impaciencia. La forma en que se accede a este lugar ya es una introducción a su encanto: atravesar el restaurante JNcQUOI Asia, lleno de colores y vida, antes de llegar a dos grandes puertas plateadas. Estas se abren lentamente, revelando una decoración que evoca una fiesta de gala donde la extravagancia no tiene igual.
Un ambiente cautivador
Desde que se cruza el umbral, los tonos cálidos de naranja y rojo junto con las linternas de flores de loto sumergen el lugar en una luz tenue. Esta decoración suntuosa recuerda maravillosamente el auge de Shanghái en los años locos, infundiendo a la vez un toque de cabaret teatral. Las mesas lacadas, los camareros con chaquetas salmón y los sillones de cuero con flecos añaden un toque de locura a esta atmósfera ya inimitable.
Una experiencia inmersiva
La comida promete ser especial. La innovación no se detiene en la decoración; el sonido también es parte integral de la experiencia gastronómica. El diseñador de sonido Hovannes K ha creado un entorno inmersivo que hace desaparecer los ruidos del mundo exterior, envolviéndolo en una burbuja donde todo está dedicado a su placer.
Un espectáculo al servicio de la gastronomía
Por la noche, los invitados son encantados por la cantante Red Velvet, cuyo repertorio de crooner y su elegancia brillante añaden un toque cautivador a la comida. Su presencia carismática refuerza el atractivo del lugar, haciéndola casi tan cautivadora como los exquisitos platos que se preparan en la cocina.
Un menú a la altura de las expectativas
No se deje distraer por el espectáculo; el menú es igualmente excepcional. Bajo la dirección del chef Mário Esteves, el restaurante ofrece una selección variada de platos cantonés, adaptados incluso para vegetarianos. De aperitivo, nueces de pecán crujientes caramelizadas despiertan las papilas, mientras que el plato estrella, el pato laqueado de Pekín, se prepara con una elegancia exquisita, cortándose cuidadosamente frente a comensales maravillados.
El restaurante también sobresale en combinaciones de sabores. Los dumplings de champiñones resultan ser un deleite al mojarse en la salsa hoisin, una verdadera revelación para los sentidos. En cuanto al plato principal, el buey salteado con pimienta y el dorado con salsa de judías amarillas, cada uno revela sabores tan ricos como variados, acompañados de arroz jazmín o delicioso arroz frito.
Guarniciones y dulces
Todo se saborea con un vino portugués del Douro, JNcQUOI Douro D.O.C. 2020, que resalta cada plato con su estructura llena y suave. Y, por supuesto, no hay que olvidar dejar un poco de espacio para los postres, que, aunque tentadores, esperaban otro día para ser explorados. Las tartas de chocolate negro y frambuesa o la tarta de limón merengada prometen un final encantador.
En este entorno donde el arte culinario se encuentra con la magia del espectáculo, JNcQUOI Frou Frou no solo ofrece una comida, sino una noche memorable. Ya sea que seas un amante de la gastronomía refinada o simplemente estés buscando una salida vibrante, este establecimiento sabe satisfacer tus expectativas con gran éxito.