EN RESUMEN
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Este lunes 10 de febrero, una manifestación de personas del viaje provocó un importante bloqueo en la carretera D817, cerca de la rotonda de la carretera de Sault-de-Navailles, cerca del área de acogida de Lescar. Los manifestantes, expresando su descontento ante condiciones de vida consideradas precarias, volcaron cubos de basura en la calzada, provocando la formación de grandes atascos. Su acción simbólica, reivindicada por los habitantes del área de acogida, sacó a la luz una problemática social que merece una atención especial.
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Un acto de ira ante una situación alarmante #
Alrededor de las 17:00, la escena era caótica: los cubos de basura estaban esparcidos por la carretera, donde los vehículos ligeros podían dar la vuelta mientras que los camiones pesados y los autobuses escolares estaban inmovilizados. Brandon, portavoz de los residentes del área de acogida de Lescar, explicó que hacía cinco o seis meses que sus residuos no habían sido recogidos, lo que había llevado a la comunidad a actuar. «Hoy, sacamos la basura», declaró, subrayando así el hartazgo de los habitantes ante su cotidianidad descuidada.
Las tierras del olvido #
La alcaldesa de Lescar, Valérie Revel, quiso precisar que realmente se estaban implementando rotaciones por parte de la comunidad de aglomeración para asegurar la recolección de residuos. A pesar de la instalación de un contenedor, este se desbordaba rápidamente y los desechos invadían los alrededores, dificultando la intervención de los equipos de limpieza. La funcionaria subrayó que se había realizado una recolección previa, pero que los residuos estaban de nuevo presentes alrededor del área, provenientes, en particular, de la falta de cooperación para acceder al contenedor.
Promesas no cumplidas #
Los miembros de la comunidad expresaron su frustración por la ausencia de seguimientos por parte de las autoridades competentes. Brandon relató un encuentro en marzo en el que se les prometió la construcción de pequeñas casas por parte de un arrendador social. Sin embargo, lamenta la ambigüedad reinante: «Todavía estamos esperando noticias, y en septiembre, nos dijeron que no había arrendador». Para él y para muchos otros, esta situación refleja un profundo sentimiento de abandono. «Somos los rechazados de la sociedad», afirmó con amargura.
Limpieza y regreso a la normalidad #
A medida que avanzaba el día, los manifestantes finalmente abandonaron el lugar, permitiendo así el inicio de la limpieza de la carretera departamental, dejando la vía libre para la circulación hacia las 18:30. Los residentes del área de acogida de Lescar ya han organizado acciones similares en el pasado para denunciar sus condiciones de vida. En enero de 2024, ya se habían llevado a cabo manifestaciones, revelando una ira persistente y una urgente necesidad de diálogo con las autoridades locales.
Dominique Fillieux
Un diálogo necesario #
Esta manifestación, aunque perturbadora para los usuarios de la carretera, plantea cuestiones significativas sobre la forma en que las personas del viaje son tratadas por la sociedad. Sus reivindicaciones no se centran únicamente en la recolección de residuos, sino también en una necesidad fundamental de respeto, dignidad y escucha. Ante la ira y la determinación palpable de esta comunidad, es imperativo que los actores públicos se comprometan en un diálogo constructivo para encontrar soluciones duraderas.