EN BREVE
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Las vacaciones de verano, una época muy esperada por los niños, a veces pueden suponer riesgos para su salud. Un revelador estudio señala los peligros potenciales a los que están expuestos nuestros jóvenes durante este periodo de ocio. Profundicemos juntos en los alarmantes hallazgos de esta investigación.
Los hábitos veraniegos de los niños bajo el microscopio #
Desde el 5 de julio, todos los estudiantes han estado oficialmente de vacaciones de verano. Sin embargo, este período de descanso tan esperado por los niños y sus familias implica desafíos que a veces se subestiman. Si bien a menudo pensamos en nadar, aplicar protector solar y relajarnos, la realidad suele tener más matices. Según un estudio de la Universidad de Australia del Sur publicado en la revista internacional Niños, EL las vacaciones de verano frecuentemente resultan en una mayor exposición a pantallas y una estilo de vida sedentario marcado.
Un estilo de vida sedentario problemático #
Los investigadores analizaron los comportamientos de 14 millones de escolares entre 5 y 18 años y notó una tendencia preocupante: durante las vacaciones de verano, los jóvenes pasan más tiempo en interiores y frente a pantallas. Estos cambios de comportamiento resultan en deterioro de su condición física y una engordar. Es preocupante observar una notable disminución de la resistencia física. Al comienzo del año escolar, los niños suelen tener dificultades para recuperar su nivel inicial de condición física, observado al final del año escolar.
Consecuencias sobre el aprendizaje #
Además de los efectos físicos, las vacaciones de verano han impacto en las habilidades de aprendizaje niños. La ruptura con el ritmo y las exigencias escolares provoca una cierta desconexión, lo que se traduce en una caída del rendimiento académico al inicio del curso escolar.
El papel del estilo de vida y los hábitos alimentarios. #
Durante este período, los escolares suelen adoptar conductas alimentarias menos saludables, aumentando el consumo de comida chatarra. Emily Eglitis, autora principal del estudio, señala que la combinación de estos factores ha importantes impactos negativos en la salud, particularmente entre niños de entornos desfavorecidos.
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Recomendaciones de actividad física adaptada #
Animar a los niños a mantenerse activos durante las vacaciones es esencial para mantener una buena salud. Aquí las recomendaciones de ANSES (Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria) según la edad:
- Para niños menores de 5 años:
Se recomienda practicar tres horas de actividad física al día. Fomentar el juego y la diversión mediante actividades variadas como caminar, correr, saltar, lanzar y mantener el equilibrio. - Para niños de 6 a 11 años:
Se recomienda una hora diaria de actividad física de intensidad moderada a alta. - Para adolescentes de 12 a 17 años:
Practicar una hora diaria de actividad física de intensidad moderada a vigorosa es fundamental. Las actividades deben desafiar los músculos y mejorar la resistencia y la flexibilidad. Se recomiendan actividades como gimnasia, escalada, baile y juegos de pelota. Se debe animar a los adolescentes a elegir actividades que disfruten, ya sea con amigos, en un club o con la familia.
En conclusión, si bien las vacaciones de verano son una oportunidad para descansar y disfrutar del tiempo en familia, es fundamental permanecer atentos a los riesgos asociados al sedentarismo y los malos hábitos alimentarios. El equilibrio entre relajación y actividad física es fundamental para garantizar la salud y el bienestar de nuestros hijos.