un itinerario perfecto para una semana de golf en el corazón de Escocia

Despegar hacia Escocia con su bolsa de palos es experimentar la quintessencia del golf en un escenario impresionante. Entre páramos salvajes, brisas marinas y castillos centenarios, el país compone la más hermosa de las partituras para los amantes de los greens. Prepárese para vivir una semana donde cada golpe rima con historia, paisajes épicos… y un toque de whisky para realzar la aventura.

¿Sueña con recorrer los míticos greens de Escocia, cuna del golf? Prepare sus palos y afile su swing: aquí tiene un itinerario perfecto para una semana de golf en el corazón de Escocia, una inmersión entre links históricos, pueblos pintorescos, destilerías secretas y panoramas de ensueño. Desde la región de Edimburgo hasta la salvajidad de las Highlands, siga esta guía en cuatro etapas para disfrutar de los fairways más reconocidos (y a veces más ocultos) del país, con algunas paradas culturales y gastronómicas que variarán los placeres. ¿Listo(a) para vivir la experiencia deportiva más escocesa?

En las puertas de Edimburgo: primera inmersión en el reino del golf

Imposible comenzar una semana golfística en Escocia sin detenerse en el este de Edimburgo, en East Lothian. A menos de una hora de la capital, esta región despliega una sucesión de campos históricos a lo largo de la ría, incluyendo el mítico Muirfield, bastión del prestigio, o el espectacular North Berwick, con el Bass Rock de fondo. Menos elitista pero igualmente encantador, el Gullane Golf Club acoge a los aficionados en links tan desafiantes como panorámicos, perfectos para una primera toma de contacto.

Pero el golf es solo un vistazo a los encantos de la zona: haga un desvío por la playa de Yellowcraig o suba las colinas de Garleton para vistas épicas. Las ruinas del castillo de Tantallon impresionan, situadas en un acantilado frente al mar del Norte. Para el aperitivo, dirígete al viejo Edimburgo, donde se degusta un auténtico single malt en los bares con carácter de la ciudad vieja, y por qué no, una cena de nueva ola en el barrio de Leith. Los más curiosos prolongarán el paseo en Leith Links, quizás uno de los primeros campos de golf del país.

Peregrinación a St Andrews: el corazón palpitante del golf escocés

¡Quien dice golf en Escocia piensa inmediatamente en St Andrews! En este tramo de la costa de Fife, bañado por los vientos y la Historia, se encuentra el Old Course, el campo de golf más antiguo del mundo aún en funcionamiento. Inscribirse aquí a veces es un desafío, dado lo alta que es la demanda (ya sea por sorteo diario o con un año de antelación), pero el juego vale la pena: pisar estos fairways cargados de leyendas es una experiencia única, entre tradición y adrenalina.

No lejos de allí, el Kingsbarns Golf Links despliega un trazado igualmente prestigioso con el mar del Norte siempre presente. Para una variación más íntima, apunte hacia el Elie Golf House Club: aquí, el tee se toma desde la cima de un antiguo faro, un guiño típicamente escocés. Lejos del green, la pequeña ciudad no carece de encantos: su catedral en ruinas, su castillo, su universidad. Los pueblos cercanos, como Crail o Anstruther, son perfectos para un almuerzo marino tras una mañana en el campo. Y si le gusta lo inusual, un desvío por una estación de mini-golf renovada le promete un momento de diversión inesperada.

Highlands y Dornoch: swing y naturaleza salvaje

Dirección al norte y sus vastos páramos: es hora de la aventura golfística al estilo de Highlands. En Dornoch, el legendario Royal Dornoch despliega sus fairways en un entorno majestuoso, apreciado por los profesionales. Aquí, el golf se juega con solo las gaviotas y… las ovejas por compañía, que a menudo se cruzan despreocupadamente en los greens de Brora Golf Club.

Para vivir la tradición escocesa hasta el final, ¿por qué no visitar la destilería Glenmorangie cercana, o observar las focas tomando el sol en las playas durante la marea baja? Entre swings, degustación y paisajes impresionantes, la magia se manifiesta. Y para una experiencia aún más privilegiada, encantadores hoteles le esperan, con sus salones acogedores, chimeneas crepitantes y vistas a los misteriosos lagos. Los apasionados podrán descubrir los precios de las mejores estancias de golf.

Costa Oeste: Ayrshire o isla de Arran, entre extravagancia y discreción

Para finalizar de manera espectacular, tome la carretera hacia el salvaje oeste de Escocia. Dos opciones: el imponente Turnberry en Ayrshire, conocido por su espectacular entorno (¡y sus controversias!), o el ambiente más reservado de la isla de Arran, accesible en ferry y fiel al espíritu familiar del Shiskine Golf Club y sus 12 hoyos.

Aquellos que prefieren jugar lejos de los focos encontrarán su felicidad en los links de Western Gailes o Dundonald, que no tienen nada que envidiar a los campos más famosos. En Arran, entre dos birdies, emprenda una caminata hasta la cima del Goat Fell, descubra los misteriosos círculos de piedras de Machrie Moor, y luego visite la destilería local para un último brindis.

Los aficionados a la cultura no se perderán el museo Robert Burns en Alloway, o los jardines colgantes del castillo de Culzean. Este viaje es, ante todo, una peregrinación golfística… pero también una maravillosa aventura humana y sensorial, para saborear entre tradición, grandes aires y single malt. Permanecerá en la leyenda, al menos por el tiempo de un swing. Para enriquecer la escapada con influencias británicas inesperadas, descubra estas experiencias locales gourmet o déjese llevar a otros horizontes golfísticos a bordo de un crucero exclusivo.

Aventurier Globetrotteur
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