Réinventar el turismo marítimo y costero: Las transformaciones necesarias para luchar contra la crisis climática

EN RESUMEN

  • Turismo costero y marítimo: sector ante los desafíos climáticos.
  • Generación de 1,5 billones de dólares y cerca de 52 millones de empleos.
  • Contribución de 0,8 % de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
  • Consecuencias: erosión costera, aumento del nivel del mar, clima extremo.
  • Pequeños estados insulares: particularmente vulnerables a fenómenos climáticos.
  • Necesidades financieras: 65 mil millones de dólares anuales para reducir las emisiones.
  • Acciones urgentes requeridas para proteger los recursos naturales.
  • Importancia de la descarbonización y de la adaptación.

El turismo marítimo y costero, a menudo asociado con paisajes idílicos y aventuras acuáticas, también representa un sector económico considerable. Sin embargo, enfrenta desafíos crecientes relacionados con la crisis climática, tanto por su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero como por su vulnerabilidad a los impactos del cambio climático. Es, por lo tanto, imperativo repensar y transformar este sector para que se convierta no solo en un vehículo de desarrollo sostenible, sino también en una fuerza activa de protección de los recursos marítimos y costeros.

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Los desafíos actuales del turismo marítimo y costero #

En 2023, el turismo costero y marítimo generó una impresionante cifra de 1,5 billones de dólares. Esta cifra es reveladora de su lugar central en la economía mundial. Sin embargo, este sector no puede ignorar su parte de responsabilidad en la crisis climática, al constituir cerca de 0,8 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, equivalentes a aproximadamente 390 millones de toneladas de CO2. Al mismo tiempo, los efectos del cambio climático, como la elevación del nivel del mar y fenómenos meteorológicos extremos, ponen en peligro directamente las zonas costeras y los ecosistemas marinos.

Las consecuencias del cambio climático en los ecosistemas costeros #

Las regiones costeras, en particular los pequeños estados insulares, experimentan intensamente las consecuencias de las transformaciones climáticas. La experiencia de los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID) ilustra perfectamente esta vulnerabilidad. De hecho, estos territorios suelen estar expuestos a huracanes y a otros eventos meteorológicos extremos, convirtiéndose así en víctimas directas de un fenómeno que no pueden revertir. La pérdida económica provocada por estos eventos es considerable, representando una parte importante del PIB de estas regiones y llevando a desplazamientos forzados de poblaciones y al peligro de las tradiciones locales.

Hacia una transición hacia un turismo sostenible #

Frente a estos desafíos, se vuelve urgente revisar el modelo económico y turístico que prevalece actualmente. Esto incluye la necesidad de invertir en prácticas e infraestructuras sostenibles. Dentro de esta necesidad de transformación, se han presentado cifras alarmantes: para reducir las emisiones de este sector, sería indispensable una inversión de 30 mil millones de dólares al año, cifra que asciende a 65 mil millones de dólares si se incluyen los esfuerzos de adaptación al cambio climático.

Las soluciones a considerar para el turismo costero #

Es evidente que debe implementarse un enfoque proactivo. Proteger las costas y la vida marina debe convertirse en un imperativo, tanto en el ámbito ambiental como social. Iniciativas como la implementación de soluciones basadas en la naturaleza para mitigar los efectos del cambio climático deben ser consideradas. Esto podría incluir la restauración de manglares, que juegan un papel crucial en la protección de las zonas costeras, y la adopción de prácticas destinadas a minimizar el impacto ambiental de las actividades turísticas.

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Un llamado al cambio colectivo #

Es claro que la lucha contra la crisis climática requiere la movilización de una amplia gama de actores: gobiernos, empresas y el gran público. Los discursos de los líderes del sector, como los del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), llaman a una acción coordinada para lograr una verdadera descarbonización y las adaptaciones necesarias. Estas transformaciones no solo son beneficiosas para el medio ambiente, sino que también representan una oportunidad para redefinir un modelo de turismo basado en la sostenibilidad y el respeto por los recursos naturales.

En definitiva, el sector del turismo marítimo y costero se encuentra en una encrucijada. Para convertirse en un actor positivo frente a la crisis climática, es esencial priorizar soluciones innovadoras, sostenibles e inclusivas. Los desafíos a superar son grandes, pero también ofrecen la oportunidad de revisar nuestra relación con la naturaleza y construir un futuro más respetuoso para las generaciones venideras.

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