¡Bienvenidos a Dublín, la ciudad que respira literatura en cada esquina! Sumérgete conmigo en el cautivador mundo de sus bibliotecas y lugares de convivencia literaria, verdaderos tesoros culturales para explorar sin más demora. Sígueme para un paseo único por el corazón de la escena literaria de Dublín, donde cada página que pasas tiene una nueva emoción reservada para ti.
Siguiendo los pasos de los gigantes literarios
Paseando por North Earl Street hacia O’Connell te encontrarás con la estatua de James Joyce. Apoyándose en su bastón, con la cabeza ligeramente inclinada, observa la ciudad a través de sus emblemáticas gafas. Dublín está repleta de monumentos literarios que rinden homenaje a joyce, Stoker, Yeats, Swift, Beckett y Wilde.
A pocos pasos de Joyce, un grupo de bateristas irlandeses con faldas escocesas tradicionales marcan la calle con sus percusiones. Los transeúntes se detienen para observarlos, contribuyendo al ambiente cultural y artístico de la ciudad.
Los dublineses y su amor por la lectura
Los irlandeses, y en particular los habitantes de Dublín, tiene una profunda pasión por la literatura. El país ostenta el récord mundial de número de premios Nobel de literatura per cápita. Se pueden encontrar librerías en cada esquina, desde las más llamativas hasta las más polvorientas.
En parques, en bancos públicos, en cafeterías e incluso en bares, es habitual ver a personas inmersas en un libro en lugar de en su teléfono. Incluso hay un whisky irlandés llamado Writers’ Tears.
Biblioteca de Marsh
Ubicada en una calle peatonal cerca de la Catedral de San Patricio, la Biblioteca Marsh es la primera biblioteca pública de Irlanda, fundada por el arzobispo Narcissus Marsh en 1707. Jonathan Swift, autor de Los viajes de Gulliver, fue uno de los primeros guardias de la biblioteca.
El director actual, Jason McElligott, nos guió a través de los libros antiguos en los estantes de madera. McElligott ha escrito obras sobre Cromwell, la censura y el robo de libros, y actualmente está trabajando en un volumen futuro de los diarios perdidos de Bram Stoker.
The Long Room, nuestra primera parada, resultó ser el sueño de todo bibliófilo. Filas de libros antiguos se extienden desde el suelo hasta el techo, y escaleras de madera sostienen cada estante. El aire se llena del olor a libros viejos.
Guardar libros viejos
Pudimos observar a un caballero limpiando cuidadosamente los libros, recordándonos la necesidad de preservar estos tesoros ante los desafíos climáticos. Una joven estaba ocupada reforzando el lomo de un libro con una cuerda, una solución temporal a la espera de una restauración completa.
En un rincón de la biblioteca había celdas cerradas destinadas a lectores «sospechosos» para evitar el robo de libros. No pudimos evitar bromear, preguntándonos si James Joyce había sido uno de estos «sospechosos».
Museo Chester Beatty
EL Museo Chester Beatty, ubicado cerca del Castillo de Dublín, alberga una colección privada de manuscritos iluminados y tesoros culturales pertenecientes a Sir Alfred Chester Beatty. La colección, generosamente donada a Irlanda en 1953, presenta arte islámico exquisito con caligrafía intrincada y miniaturas que transportan a paisajes fantásticos.
Sus exposiciones también incluyen manuscritos cristianos irlandeses como el Evangelios de Lindau y pergaminos japoneses delicadamente ilustrados.
Trinity College y el Libro de Kells
EL Trinity College de Dublín es otra parada imprescindible, sobre todo por su famosa Libro de Kells. Actualmente, el Habitación larga Actualmente se está restaurando, pero una exposición moderna, la Libro de la experiencia de Kells, ofrece una inmersión en la historia de este manuscrito de 1.200 años de antigüedad.
En una sala de cine de 360 grados, una película inmersiva sigue el viaje de Libro de Kells desde la isla de Iona hasta la abadía de Kells, destacando su importancia cultural e histórica.
Los senderos de la Trinidad
Después de una pausa para tomar café en una de las cafeterías del campus, nos embarcamos en un recorrido por los «Trinity Trails», descubriendo las grandes salas históricas y los tesoros arquitectónicos. Dentro del edificio del Museo fuimos recibidos por los esqueletos de dos megaloceros, que representa una vista fascinante de la antigua vida salvaje irlandesa.
La histórica Sala Larga
Nuestra última visita al campus fue Biblioteca antigua con su famoso Habitación larga. Filas de libros antiguos contrastan con bustos de gigantes literarios. Una de las piezas centrales es el arpa de Brian Boru, un símbolo nacional que se ve en las monedas irlandesas y en los productos Guinness.
Explorando pubs literarios
Para finalizar esta jornada literaria, nada como un recorrido por pubs literarios. Comenzamos en «The Duke» en Duke Street, donde nuestros anfitriones nos sumergieron en un escenario de Esperando a Godot por Beckett.
El recorrido nos llevó de pub en pub, contando anécdotas sobre Joyce, Beckett y otros gigantes de la literatura, antes de terminar en el legendario Davy Byrne, inmortalizado en Ulises. Allí descubrimos una primera edición de Ulises, un tesoro literario bajo un cristal.
Informaciones prácticas
Vuelos regulares conectan ciudades estadounidenses con Dublín, a menudo con escala en Islandia a un precio asequible. En cuanto a alojamiento, aunque la orilla sur del Liffey es popular, las casas georgianas del norte ofrecen opciones seguras y económicas, con lugares emblemáticos como el Aguja para encontrar tu camino.